La Copa del Rey de baloncesto, uno de los acontecimientos que congrega más público y que atrae más interés entre los aficionados al deporte de la canasta en España, está en serio riesgo de no disputarse este año. Las desavenencias entre la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) y la Asociación de Baloncestistas Profesionales (ABP), presidida por Alfonso Reyes, hermano de Felipe, el capitán del Madrid, han llevado a los representantes de los jugadores a convocar una huelga que daría comienzo el 14 de este mes, un día antes de que comience el torneo copero que está previsto que se dispute en Gran Canaria hasta el 18 de este mes.

La reunión que mantuvieron ayer los representantes de las dos asociaciones en la sede del Consejo Superior de Deportes (CSD) acabó sin ningún tipo de acuerdo. Para la secretaria general de la ACB, Esther Queraltó, "la clave de todo" está en el fondo social.

Este fondo es la cantidad de dinero que aporta la ACB a la ABP. Hasta ahora la aportación era fija y la ACB pretende ligarla a los ingresos por televisión y que en parte esta Asociación se financie con la cuota que aporten sus integrantes.

En cambio, Rafa Jofresa, secretario general de la ABP, negó que la razón principal de la ruptura estuviera en ese aspecto: "Es ventajista decir que las negociaciones se han roto por el fondo social porque nosotros no hemos considerado eliminar ninguna otra parte troncal de ese convenio. Estamos muy decepcionados y agradecemos al secretario de Estado (José Manuel Lete) haberlo intentando", añadía el representante de los jugadores.

Sin embargo, Queralto explicaba que "en el resto de extremos" sí se había alcanzado un acuerdo". Estos son asuntos como el salarios mínimos (subida de un 10%) o que un club que no paga a un jugador pierda el derecho de tanteo sobre él. Por eso, la representante de la ACB advertía al sindicato de jugadores: "Una cosa es discutir o no tener conformidad sobre el fondo social y otra muy distinta es que se provoque un perjuicio de tal magnitud respecto a la competición".