"No es algo habitual para un equipo de Tercera, pero el mercado nos llevó a un sitio como este, buscar jugadores de fuera, con hambre y con ganas de crecer". Son las palabras de Chiqui de Paz, entrenador del San Martín, uno de los equipos revelación de Tercera. El técnico gijonés ha tenido que conjuntar un equipo muy joven en esta campaña, donde conviven siete nacionalidades distintas: española, senegalesa, ecuatoguineana, estadounidense, portuguesa, argentina y colombiana.

"El fútbol es un idioma universal, aunque últimamente todos estamos aprendiendo algo de inglés para ayudar a Charlie DeFeo", destaca el entrenador Chiqui de Paz. El centrocampista norteamericano se encuentra en Asturias realizando un curso de español.

El defensa Leyder, colombiano, se formó en las inferiores del Alcava y recaló en el Alcázar. Tras un paso por L'Entregu llegó al San Martín el año pasado. Es el único superviviente del ascenso. Este año llegaron al club el resto de integrantes. Bamba, senegalés, llegó de las inferiores del Dépor tras pasar por el Marino de Tenerife. Carlos Makiadi, formado en divisiones inferiores portuguesas, jugó el año pasado en el Rayo Cantabria. Rony es un viejo conocido para Chiqui de Paz. El centrocampista ecuatoguineano, debutó en Segunda B con el técnico del San Martín en las filas del Avilés. Fredo, delantero paraguayo, ya está asentado en Asturias tras pasar por las inferiores del Covadonga y, tras su paso por el Madalena de Morcín, jugar el año pasado en el primer equipo ovetense. Con la temporada avanzada llegaron Charlie DeFeo, centrocampista procedente del fútbol universitario norteamericano y Aya Diouf, un central cedido por el filial de la Ponferradina que, tras dejar Senegal, estuvo en las inferiores del Sporting de Portugal. La lista es, o podría haber sido, más extensa. Thomas tuvo que regresar a Estados Unidos por motivos familiares, mientras que el tránsfer del argentino Gabriel Díaz no llegó a tiempo y no pudo ser inscrito.

Todos ellos están perfectamente integrados en la gran familia del San Martín."El grupo se configuró solo", destaca el entrenador Javi López, defensa onubense, ocupa el mismo piso que Aya, Bamba y Carlos y ejerce la labor de veterano. Bamba es un experto jugando a la play-station, mientras que Carlos Makiadi utiliza sus ratos libres para conocer los rincones más recónditos del Principado. Rony es una de las voces cantantes de un vestuario que vive un estado de alegría. El San Martín acaricia la permanencia en la temporada de su retorno a Tercera y este grupo de jóvenes jugadores, que acudieron a Sotrondio a jugar lejos de casa, se está revalorizando.