El piloto ovetense Fernando Alonso volverá a subirse al MCL33 el próximo jueves para disputar las dos primeras sesiones de entrenamientos libres del Gran Premio de Australia, cita inaugural del Mundial de Fórmula Uno 2018. Será la primera vez que lo haga tras los test de pretemporada celebrados en Barcelona y por lo tanto cuando pueda comprobar si los problemas de fiabilidad del MCL33 han sido subsanados o no.

Durante los test invernales, el asturiano y su compañero Stoffel Vandoorne no pudieron rodar lo que habrían deseado debido, sobre todo, a los contratiempos de sobrecalentamiento y baterías. Ahora el director deportivo del equipo de Woking, Eric Boullier, afirma que dichos problemas han sido solucionados y que afrontan con garantías la carrera de Melbourne: "No tuvimos la fiabilidad que esperábamos en las pruebas de invierno, pero desde entonces todos los problemas a los que nos enfrentamos se han solucionado en la fábrica".

Por último Boullier tuvo palabras para el inicio de la temporada y espera que, tras tres años de malos resultados con el motor Honda, las cosas por fin salgan bien: "Nadie sabe realmente cómo están las cosas hasta que las luces se apagan el domingo. No esperamos milagros que funcionen de la noche a la mañana ni mucho menos, pero lo que sí sabemos es que vamos a dar lo mejor de todos nosotros este fin de semana".

Esta edición del Gran Premio de Australia será la decimosexta para un Fernando Alonso que no ha conseguido cruzar la bandera a cuadros de Melbourne en las últimas dos temporadas, por accidente o problemas mecánicos en su McLaren, y espera poner fin a esa negativa racha de resultados en una pista donde ganó en 2006 con Renault.