"¿Hay camisetas?¿No? Se suspende". Eran las palabras del colegiado Ballesteros de la Rubia pasados 17 minutos de las cinco de la tarde de ayer. El encuentro entre el Langreo y el Colunga se suspendió al no presentar el conjunto visitante una equipación que se diferenciara de la del equipo langreano.

El Colunga acudió a Ganzábal con sus dos equipaciones de juego, de color azul y de color rojo. El colegiado no dio de paso ninguna de las dos y el inicio del partido se retrasó. Ambos conjuntos estuvieron realizando el habitual calentamiento bajo la lluvia y diez minutos antes de las cinco se retiraron a los vestuarios. Incluso minutos antes de las cinco, los dos conjuntos llegaron a estar situados en el túnel de vestuarios para saltar al campo. Finalmente, el colegiado no hizo acto de presencia en el túnel y los jugadores de ambos equipos se retiraron de nuevo a la caseta.

Para entender lo sucedido ayer en Ganzábal hay tener en cuenta los precedentes de temporadas anteriores. Desde que el Colunga logró el ascenso a Tercera División, el Langreo siempre había jugado con su equipación visitante en sus encuentros de Ganzábal ante los colungueses. El año pasado, en un encuentro también dirigido por Ballesteros de la Rubia, la suspensión del choque planeó hasta minutos antes del encuentro. El equipo local quería lucir su indumentaria habitual y el Colunga no disponía de otras equipaciones. Únicamente una conversación del árbitro con Hernán Pérez, técnico del Langreo, donde el colegiado le pidió el favor a los de Ganzábal que utilizasen su segunda camiseta, arregló el problema. Este año, la postura del Langreo era diferente. Después de dos temporadas y cuatro enfrentamientos -dos en Liga y dos en Copa Federación-, el Langreo no quiso ceder en esta ocasión. El club azulgrana había enviado en los últimos días una comunicación a la Federación Asturiana, al Comité de Árbitros y al propio Colunga informando acerca de su intención de jugar con su primera equipación.

El Colunga esgrime que sus dos equipaciones fueron autorizadas por la Federación Asturiana al comienzo de la temporada y también apuntan hacia el esfuerzo de sus patrocinadores para no utilizar otras equipaciones que no fuesen las tuyas. El Langreo les había ofrecido su segunda equipación para disputar el partido.

El acta del encuentro recoge que el choque se aplaza "por la incomparecencia del equipo visitante" y expone que el Colunga "presenta a la hora y media anterior a la celebración del partido las camisetas del color azul y las de color rojo". El documento expone que, en cumplimiento del artículo 216.1 del Reglamento General de la RFEF, el árbitro solicita al Colunga que presente otra camiseta alternativa y que, tras esperar la media hora preceptiva, aplaza el choque ante la negativa de los visitantes de cambiar de equipación.

El resultado del encuentro aún está en el aire. Mañana será el Comité de Disciplina el que decida qué sucede con el encuentro no jugado. La resolución más probable es que se le dé por ganado el choque a los langreanos por un marcador de 3-0 y que al Colunga se le imponga una sanción de tres puntos y una multa económica, además de sufragar las dietas del trío arbitral de un día en el que no hubo fútbol por culpa de unas camisetas.