El ovetense Alberto Fernández García (20 de noviembre de 1997) aterrizó a última hora de ayer en el Aeropuerto de Asturias con un tesoro en su equipaje, la medalla de bronce que logró en el Campeonato de Europa de halterofilia, celebrado en Bucarest. Fue una de las trece preseas logradas por la delegación española, que ya no depende exclusivamente de Lydia Valentín. La de Alberto Fernández es la segunda medalla de la historia para Asturias en un Europeo absoluto, tras la lograda en la década de los 90 por Blanca Fernández.

Los éxitos de Alberto y Blanca Fernández tienen un denominador común. Ambos se formaron en esa academia de la halterofiliadel Club San Mateo de Oviedo, que gracias al trabajo del entrenador Lodario Ramón ha sido reconocido como "Centro de Tecnificación Ciudad de Oviedo". Por las manos de Lodario han pasado en las últimas tres décadas los mejores asturianos y algunos de los mejores españoles.

A Lodario Ramón no le sorprendió el éxito de Alberto Fernández porque ha visto su evolución desde que llegó al Palacio de los Deportes con 7 años. Tras numerosos triunfos en categorías inferiores, en Bucarest el ovetense, con sólo 20 años, dio un salto de calidad: en la categoría de hasta 85 kilos de peso corporal, Fernández logró la medalla de bronce en la modalidad de arrancada al levantar 150 kilos. En dos tiempos levantó 175 kilos y 325 en la suma del total olímpico.

"Es impresionante", valoró Alberto sobre el recibimiento. "Llegar a tu tierra y encontrar a toda esta gente, la verdad que emociona", añadió. El levantador ovetense señaló a LA NUEVA ESPAÑA que en Bucarest no estaba entre los favoritos, "pero di el cien por ciento y conseguí una medalla de bronce en arrancada, así que muy bien". Reconoce que no se lo esperaba "porque era mi primer campeonato absoluto. Además, ya me había ido al hotel y tuve que volver para recoger la medalla". Próximo objetivo, los Juegos Mediterráneos de junio.