El Avilés vuelve esta mañana (10.30 horas) al trabajo en La Toba después de la derrota (0-2) ante el Langreo en el Suárez Puerta, y una vez concluidas las vacaciones de Semana Santa. El conjunto blanquiazul, antepenúltimo, tendrá que afinar pronto su puesta a punto porque le esperan dos partidos cruciales, ambos fuera, en la pelea por evitar el descenso a Preferente ante el colista Roces en Gijón el sábado día 7 (18.30 horas), y contra el penúltimo, el Valdesoto, en partido aplazado de la jornada 31 por la lluvia, el martes día 10 a la misma hora.

El objetivo de los equipos de la zona baja es dejar a cinco rivales por detrás en previsión de que bajan los dos equipos de Segunda B (Caudal y Lealtad) y no suba ninguno de los que disputen el play-off, y el Avilés lo tiene complicado porque el Llanera, que marca la salvación matemática, está a nueve puntos. Ambos equipos tienen que enfrentarse en la penúltima jornada y en la ida los avilesinos se impusieron en el Suárez Puerta (1-0).

Los otros rivales son el Siero, décimo sexto con siete puntos más que los de Xiel, y el Lugones, que tiene tres puntos más. Todos tienen calendarios complicados y enfrentamientos directos en las seis jornadas que quedan de Liga, pero la ventaja del Avilés es que tiene un partido menos y, de ganar, se acercaría un poco al objetivo de salvar la categoría.

El club, por otra parte, probará a dos jóvenes futbolistas para el próximo año. Se trata del portero americano Guillermo Guerrero (22 años), que pasó por el León FC y el Houston Dinamo USA; y el extremo izquierdo mexicano Edeer García, (25 años), que jugó en el Guadalajara de México.

Los dos estarán esta mañana en La Toba a las órdenes de Xiel, así como el delantero Mathieu Castaing, que sufrió una rotura en el isquiotibial derecho el 22 de febrero entrenando y se recuperó en Francia. El jugador podría estar para el sábado ante el Roces y con su vuelta, Nico Pandiani es la única baja después de varios meses sin que Xiel pueda contar con todos los efectivos.