Cayarga, delantero del Marino, tendrá la oportunidad este sábado de jugar en La Cruz y ante el Ceares, el equipo en el que militó la pasada temporada. Conoce bien el complicado campo cearista y sabe que no será un choque fácil: "Yo que jugué allí, todo el mundo lo decía 'Buf, tenemos que jugar contra vosotros en La Cruz...'. A ningún rival le gusta jugar en Ceares, porque el equipo es muy rocoso, peleón, especialmente en casa".

El jugador tiene ganas de volver: "Aunque solo estuve un años, el Ceares es un equipo en el que te encuentras muy a gusto, en el que se te acoge muy bien, así que sí es un partido especial". De hecho, explica que no fue fácil tomar la decisión de marcharse. "Tuve varias ofertas con la del Marino y me lo pensé bastante porque estaba muy a gusto allí", explica.

El Ceares mantiene la base del año pasado por lo que el delantero del Marino se encontrará con muchos excompañeros. "Va a ser bonito, pero no podemos dejar escapar ningún punto", sostiene Cayarga. Insiste en que el equipo es un bloque, pero matiza que los cearista tienen aún más armas que el año pasado: "Aunque este año cambiaron un poco el estilo de juego, le gusta jugar más al toque, sigue siendo un equipo muy difícil".

El Marino trata de reponerse a la derrota ante el Oviedo B, que le arrebató el liderato con los tres puntos de Miramar. "Si nosotros hubiésemos ganado nos poníamos con cuatro puntos de ventaja, pero al ganar el Oviedo B sigue todo en un pañuelo y es algo a lo que agarrarse. Sí que nos dejó un poco tocados, porque hemos perdido una oportunidad muy buena, pero creo que va a haber traspiés de aquí a final de temporada y esperemos que no sean por nuestra parte", explica Cayarga. Por eso, sabe que las seis jornadas que quedan la lucha va a ser máxima: "Tenemos que dejarnos todo en el campo, porque no queda nada".