"Parece que las dos derrotas consecutivas del equipo han generado desconfianza en alguna gente. Yo digo que de desconfianza nada, confiamos mucho en estos jugadores. A este Marino hay que ponerle un monumento", sentenció ayer el presidente del Marino de Luanco, Luis Gallego. El presidente ha querido salir a la palestra para recordar a los más escépticos todo lo que ha conseguido el equipo hasta ahora y, sobre todo, que todavía está en la lucha por el campeonato y nadie tira la toalla. "Tenemos que darles las gracias por lo que están haciendo. Han sumado 17 meses imbatidos en Miramar, 26 jornadas invictos esta temporada, han jugado la final de la Copa... No puedo poner un pero a la plantilla, se deja todo en el campo", señaló.

Pero a todo eso, Gallego ha querido darle aún más mérito: "Lo han conseguido además entrenando en una situación muy precaria. Cada día en un sitio, donde podemos, haciendo kilómetros, en superficies diferentes. Miramar ya lo estiramos bastante, más de lo que deberíamos, y no tener un campo de entrenamiento complica todo", afirmó.

El presidente sabe que el papel está siendo casi impecable. "Si hacemos los seis equipos de arriba y el Colunga y el Condal, que yo creo que deberían estar más arriba por plantilla, el Marino estaría primero", añadió Gallego.

El presidente da por bueno el trabajo del equipo hasta ahora: "Si no quedamos campeones, siempre será un éxito meterse en el play-off, el objetivo que teníamos. Lo que tenemos que hacer ahora es atarlo, y si se quedaran fuera, algo que seguro que no ocurrirá, también habría que alabar su trabajo".

Y si quiso lanzar un mensaje de apoyo a los jugadores tras esta mala racha, Gallego tampoco quiso olvidar a Oli y sus ayudantes. "El equipo técnico es un lujo. En Asturias hay buenos técnicos, pero el que tenemos es impresionante. Espero que estén mucho tiempo con nosotros, pero con el potencial que tienen me parece que no va a ser fácil", sentenció.