El mundo del piragüismo se quedó el sábado en shock al conocer el fallecimiento de Ramón Antonio Menéndez Palmeiro, conocido como Moncho o Palmeiro. El reconocido deportista, que estuvo presente como reserva en dos olimpiadas, la de Munich-72 y la Montreal-76, así como en pruebas de renombre, falleció en Gijón a los 66 años.

El candasín, que residía en Gijón desde hace más de dos décadas, estaba casado con Margarita Hornazábal Pérez, y deja dos hijas, Tania y Lara Menéndez Hornazábal. El dolor y las muestras de afecto se sucedieron en la sala número 6 del tanatorio de Gijón-Cabueñes para recordar la figura del piragüista formado en el club Los Gorilas desde los 15 años. No pudo acudir Herminio Menéndez, que se encuentra de viaje en Shangai (China). Junto a él, logró finalizar segundo en el Sella de 1973.

Su amistad va más allá de la piragua. Herminio y Palmeiro compartieron club, se criaron juntos, eran vecinos e incluso trabajaron a la vez en Ensidesa. "Era una gran persona y un deportista muy trabajador, era más que un amigo, su pérdida es una pena muy grande, enorme", segura Herminio Menéndez mientras lamenta que el fallecimiento le haya pillado a tanta distancia para acompañar a sus seres queridos en estos duros momentos. "Para mí lo era todo, algo más que un amigo y compañero", se despide apenado.

Palmeiro abandonó la práctica deportiva a los 33 años y sacó rendimiento a su título de monitor de Educación Física y dio clases en el Instituto de Candás para, más tarde, darlas de gimnasia de mantenimiento en Gijón, en el Patronato Deportivo Municipal. El candasín dejó una huella imborrable en el mundo del deporte y más en particular en el piragüismo, que le dará el último adiós esta mañana, a las 11.30 horas, momento en el que será incinerado en el tanatorio Gijón-Cabueñes.