Gijón, Dani BLANCO

El Sporting B sumó un punto agridulce ante el Tudelano. Los rojiblancos tuvieron en su mano el triunfo al adelantarse con el tanto de Claudio, pero firmó un empate justo ante un conjunto navarro que supo minimizar al máximo el juego del conjunto de José Alberto. No fue la mañana más lúcida del filial y sí la del cuadro navarro, que supo robarle la posesión, cerrar los espacios, ahogar la salida de balón de los gijoneses y acertar en su único disparo entre los tres palos en la segunda mitad.

El duelo comenzó sin embargo con un Sporting B enchufado en ataque. Cayarga, en dos ocasiones, y un saque de esquina de Víctor Ruiz que se paseó por el área, servían para alimentar la ilusión de los aficionados, que volvieron a responder con su presencia en las gradas. Pero el Tudelano empezó a poner en juego su cortafuegos particular que hizo que el Sporting B estuviese a su merced. Combinó mejor y encontró más soluciones para crear peligro, aunque no estuvo acertado en el remate final para fortuna rojiblanca. Buena prueba de ello expusieron Víctor Bravo y Esnáider.

El Sporting B no se sintió cómodo sin el balón y le faltó pausa cuando lo tuvo. Tampoco apareció el faro en el centro del campo para elaborar sus acciones y el tiempo muerto, en forma de descanso, se pedía a gritos en busca de soluciones. Porque el filial rojiblanco se encontraba totalmente replegado en su campo, con muchos metros por delante para correr y crear peligro. Demasiados. Así llegó la fatiga que, posteriormente, comenzó a pasar factura.

La segunda mitad se inició con susto, tras un remate de Esnáider que trató, sin fortuna, de emular a su padre. El filial tuvo sus momentos de claridad cuando el fútbol pasaba por las botas de Isma Cerro, jugador que se encuentra en estado de gracia. El extremeño se descolgó para poner un centro al área en el que Pablo Fernández chocó ante Pagola y, poco después, conectó un disparo con el exterior desde la frontal que se estrelló en el larguero. Fueron los mejores minutos del filial y en el que la suerte, que también juega, no estuvo de su lado.

Tras la jugada anecdótica del partido. Un saque de falta de Pedro -indirecta ya que el árbitro tenía el brazo levantado- acabó en las redes navarras sin que nadie tocase el balón, llegó la maniobra de Claudio. El leonés se sacó de la chistera un golpeo con la izquierda imparable incluso para la estirada de Pagola. El delantero, que minutos después era el elegido para dejar el terreno de juego tras poner en jaque a la defensa, ponía la guinda a su notable partido.

Pero el Tudelano volvió a coger el mando y, aunque hasta ese momento no había lanzado entre los tres palos, Ibai Ardanaz conectó un disparo soberbio y potente que se coló como un misil por la escuadra de Dani Martín. Al Sporting B le faltó oxígeno para reaccionar con certeza y solo un remate de Isma Cerro, que se envenenó tras golpear en un defensa, fue su mejor tentativa. El filial sportinguista sigue sumando, se mantiene líder con dos puntos de renta sobre el Mirandés y tres sobre la Real Sociedad B, que jugarán la próxima jornada entre sí.