El jugador del Veriña cadete, protagonista de los incidentes del pasado sábado en el partido contra el Arenal en el campo de El Tragamón y expulsado del club por su actitud, fue sancionado por el Comité Territorial de Competición de la Federación Asturiana de Fútbol con tres meses de suspensión y 13 partidos por ser "expulsado por doble amonestación y posteriormente agredir, insultar y amenazar al árbitro y provocar la animosidad del público", según se explica textualmente en el citado acuerdo. En el acta del partido el árbitro Borja Álvarez Rodiles decía que "el joven amenazó de muerte al árbitro, le golpeó en el pecho y le llamó 'hijo de puta' en reiteradas ocasiones".

En esta misma categoría de Segunda cadete también se multa al Veriña por alineación indebida en su partido del 28 de abril frente al Alcava, y se da por vencedor del Codema-Llanera al primero por 3-0 por alineación indebida de un jugador del Llanera. En ambos casos se considera que "no existió dolo, fraude o engaño".

Otras sanciones destacadas del Comité de Competición de esta semana son ocho partidos de sanción a Diego Fernández González, del Codema, de Segunda juvenil, por "insultar y ofender al árbitro principal, árbitros asistentes de forma reiterada y especialmente ostensible". Cinco encuentros a Arturo López Casillas, del Guillén Lafuerza de Tercera juvenil por los mismos motivos, aunque de forma más leve. Se sanciona con cuatro semanas a José Luis Suárez Fernández, del Luarca, de Tercera juvenil, por protestar las decisiones del árbitro. Cuatro partidos de sanción se imponen a Andrés Felipe Madrid Angarita, del Pumarín de Tercera cadete, por agredir a un contrario sin causar lesión.

Y en fútbol sala, en Tercera División, se sanciona con siete partidos a David Martín Sánchez, del Txamon Oviedo, por "amenazar, insultar grave y reiteradamente" Y también en Primera División de fútbol sala, cuatro partidos a José Luis Miranda, del Avilés Sport, por agresión a un jugador rival, y otros cuatro a Ricardo Fernández, entrenador del Montealto, por amenazar al árbitro.