El Atlético de Madrid enfoca hoy a una final (20.45 horas, beIN) dos años después del llanto de Milán en la Liga de Campeones. Esta vez lo hace hacia la Liga Europa y como indudable favorito ante al Marsella en Lyon, con toda la presión que conlleva esa condición. Será la última oportunidad de Fernando Torres de ganar un título con el equipo que lo vio nacer y posiblemente también sea la última de Griezmann como rojiblanco ante la posibilidad de que deje el Atlético a finales de temporada camino del Barça.

Para el conjunto colchonero no hay términos medios en este choque decisivo en la ciudad francesa, con la que aún mantiene una deuda desde hace 32 años, la Recopa de Europa perdida con el Dínamo de Kiev en 1986 (3-0). El triunfo supondrá terminar la temporada con un título que no gana desde hace cuatro años, lograr el sexto trofeo de la era Simeone, agrandar la década más productiva por palmarés del club, con siete títulos desde 2010, incluidas dos Ligas Europas (2010 y 2012), y demostrar que el indiscutible favorito es un campeón incontestable.

También sería la reivindicación de un equipo que ha sufrido incontables dificultades esta temporada, pero que se ha rehecho a casi todas, a punto ya de cerrar su segunda posición en la Liga y listo para conquistar un torneo ahora con pinta de consuelo, pero que no hace mucho, seis años atrás, despertó una euforia tremenda. La derrota significa todo lo contrario: sería una decepción sin matices para un equipo que se había estructurado para luchar por todo, al que su temprana eliminación de la Liga de Campeones le recondujo hacia la Liga Europa, entonces un mal menor ahora una prioridad, y cerrar otro curso más, el tercero, sin un solo título.

Demasiado tiempo para el Atlético de Simeone, campeón cinco veces en sus tres primeras campañas y media y preparado para soportar toda la presión de una final de "alto riesgo" también en lo deportivo, porque casi todo un año -57 encuentros oficiales, con 33 victorias-, se reducen ahora a un sólo partido. Es probable que el argentino tenga que ver el partido desde la grada tras ser expulsado en la eliminatoria ante el Arsenal por insultar al árbitro. Habrá que esperar a la decisión del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) sobre la petición de una suspensión cautelar de la sanción que le impuso el Comité de Control, Ética y Disciplina y que ratificó el Comité de Apelación de la UEFA. En la alineación inicial hay tres incógnitas. Dos en los laterales, con Vrsaljko y Lucas en ventaja, en principio, en el esprint por el once inicial sobre Juanfran y Filipe Luis, los dos titulares el pasado domingo en la victoria en Getafe (0-1), y uno en el centro del campo, entre Correa, Thomas y Vitolo. Y todo con 10.000 seguidores en las gradas.

Piropos del galo a Simeone. "Ojalá no sea su última final (con el Atlético), porque le necesitamos y él sabe que todos queremos que siga aquí", señaló Gabi sobre el francés. Y Grizzy aseguró: "Estoy encantado con Simeone, le debo mucho. Lo que está haciendo es histórico. Me recuerda a Ferguson y lo que hizo en el United".