Cuando la diosa fortuna quiso emparejar el pasado lunes al Marino de Luanco con el San Fernando, algo se debió despertar en el cerebro del presidente del club insular. Para Serafín Herrera, Asturias no es precisamente una tierra desconocida. Durante los 14 años, entre 1979 y 1993, que fue juez de línea en Primera División, visitó el Principado en innumerables ocasiones. Sin embargo, una y sólo una ha permanecido para siempre en el mandatario del rival de los gozoniegos. La vez que Serafín Herrera saltó a El Molinón para ver como el Sporting en un partido ante el Atlético de Madrid homenajeaba al cineasta José Luis Garci

"Fue un partido en lo deportivo bastante tranquilo, tampoco recuerdo grandes incidencias, aunque sí que la ocasión era especial", rememoró ayer Herrera, desde el aeropuerto de Barajas-Adolfo Suárez. No obstante, el guión de aquel enfrentamiento, y de aquel homenaje, no podía estar mejor compuesto. Sobre el césped, el 17 de abril de 1983 se juntaron los dos clubes que Garci eligió para su oscarizado trabajo. En "Volver a empezar" se puede ver un duelo entre rojiblancos y colchoneros mientras se cuenta la historia de Antonio Miguel Albajara, ganador del Nobel de Literatura y centrocampista del Sporting en su juventud, quien decide volver a su Gijón natal, en los primeros años de la democracia española.

"Hizo alguna broma sobre el momento, decía que se juntaban sus dos equipos del alma, que estaba contento", rememora el presidente insular sobre el director, quien saltó con la estatuilla al césped, que además había ganado sólo una semana antes, el 11 de abril de 1983. "Han pasado muchos años y lo cierto es que de poco más acuerdo. Habré pitado más de 80 veces en Primera y lo cierto es que son casi todos los partidos iguales. No hubo muchas incidencias", repite. Pero la memoria es traicionera y según la crónica de LA NUEVA ESPAÑA, en la ficha del partido se recoge, literalmente que el árbitro canario, el señor Merino González "volvió a demostrarnos que es un mal árbitro, cómodo en el campo porque nunca se esfuerza en seguir el partido de cerca y caprichoso en sus decisiones".

El comentario quizás viene justificado por lo que había en juego. Ese Sporting, con Vujadín Boskov, en el banquillo, recibía al Atleti de la segunda etapa de Luis Aragonés en el banquillo madrileño. El resultado final fue de derrota, la primera de toda la temporada en El Molinón. Los colchoneros se pusieron 0-2 con goles de Ruiz y Julio Prieto. Maceda recortó distancias en el 33 de la primera parte. Landaburu hizo el tercero para los visitantes y Maceda, quiso insuflar algo de aire a un Sporting que no pudo evitar la derrota. Más allá del récord de imbatibilidad, tan en boga hoy, poco más había en juego. Más de 35 años después, Herrera, tras ser árbitro también en Tercera, es presidente del San Fernando. El rival en la primera ronda de la promoción de ascenso a Segunda División B es un equipo curioso. Aunque se fundó oficialmente en 1992, sólo lleva con equipo senior siete años. "Quisimos sacar una escuadra senior porque veíamos que teníamos una buena cantera y perdíamos muchos jugadores. Empezamos en la categoría más baja y hasta hoy. Esta gente empezó a ganar y no hay quien les pare", confiesa divertido el canario, quien compatibiliza su cargo con un concesionario en Gran Canaria de la lujosa marca de coches Porsche.

"Afrontamos la eliminatoria con toda la ilusión del mundo, claro que sí, pero al final nosotros solo llevamos en Tercera División tres temporadas y el Marino es todo un clásico de Segunda B", explica Herrera sobre el club luanquín, que hasta la fecha, en sus 64 años de historia, acumula 12 temporadas en la categoría de bronce, desde el histórico ascenso de la temporada 1996 -curiosamente como tercer clasificado, misma posición en la que ha terminado esta campaña-. Posteriormente, promocionó en la 2000-01, -como campeón- en la 2003-04 -como cuarto- y en la 2010-11 después de cantar el alirón del grupo II de Tercera.

Cuando se le pregunta sobre su escuadra, lo lógico es fijarse en Aday López, el delantero del equipo canario, que suma 29 goles y a quien apodan "el Turu", por el mítico delantero argentino de Las Palmas, entre 1996 y 1998. "Tienen la misma planta, además juegan muy parecido. Puede estar todo el partido sin tocarla y te la enchufa sin darte cuenta. Hay días que ha terminado sin sudar el partido y ha marcado tres goles".

Sin embargo, para el dirigente el equipo canario la verdadera estrella del equipo es Abraham Noé, también ariete, con 14 goles y lesionado desde febrero, con una rotura del tendón rotuliano. "Es una pena, pero no va a poder estar para ayudarnos", reconoce Herrera sobre un partido, el que se disputará el domingo a las 12.00 del mediodía, horario insular, que sin quererlo, está relacionado con una fecha mítica para el mundo del cine, del Sporting y ahora también del Marino de Luanco. Una historia curiosa, que demuestra una vez más que el fútbol es una gran, y deliciosa, sincronicidad.