Este año, la gala anual del judo asturiano, celebrada ayer en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Oviedo, no era una más. Era la edición número 28, veterana ya la cita, pero no era una más. Una pequeña mesa debajo del escenario advertía de que la jornada era especial. En ella había un montón de recuerdos del Europeo celebrado en Oviedo en 1998, hace 20 años. Aquella cita contribuyó al fortalecimiento del judo en Asturias y en España. La selección nacional quedó primera en el medallero. Y Oviedo vibró con un deporte que ayer, 20 años después, lució orgullo.

Y lo lució primero con cifras: 2.030 licencias, 34 clubes, 70 profesores, 36 árbitros, 27 maestros nacionales... Unos datos que dibujan una Federación viva y preocupada por el desarrollo de un deporte al que abrazan un montón de chavales, un montón de familias, del Principado. "Las nuevas generaciones", dijo orgulloso José Ramón Díaz Maseda, presidente de la Asturiana, emocionado, dijo en su intervención inicial, recordando aquel Europeo en suelo ovetense. Allí, recordando, estaba también Alejandro Blanco, entonces presidente de la Federación Española y hoy del Comité Olímpico Internacional (COE). Blanco recogió su reconocimiento, como lo hizo el maestro Shu Taira y como lo hicieron también más de setenta exitosos judokas de un montón de clubes, muchos medallas de ellos los mejores de España. Se reconoció el pasado, el presente y el futuro y se nombró presidente de honor a José Manuel González. La Federación también premió a LA NUEVA ESPAÑA por "la difusión de los valores el judo y de los éxitos de nuestros judokas".