Javier Rabanillo pisó ayer por primera vez Miramar como jugador del Marino de Luanco. El nuevo guardameta del equipo se presentó oficialmente de la mano del presidente Luis Gallego y afirma que sudará su nueva camiseta para ayudar al equipo: "Soy muy trabajador y tengo ganas de hacerlo bien. Me da igual competir, lo que quiero es entrenar, mejorar día a día y luego los domingos que me toque hacerlo lo mejor posible".

El joven guardameta, de 24 años, señaló que no le costó mucho decidirse por el Marino. "Fue Oli el que se puso en contacto conmigo y en pocos minutos, en una conversación muy corta, me convenció. Me parece que tiene las ideas muy claras, un buen proyecto y quería formar parte de él. Luego hablé con el presidente y no fue nada difícil tomar la decisión", explicó, para añadir que acepta el reto de ayudar al conjunto luanquín a ascender a Segunda B.