Dexter, el perro que se alzó campeón de la categoría "runner" junto a su dueño Alberto Ferrera, es un perro adoptado. La mejor muestra de que "los perros que buscan quien les adopte no son perros malos, o con taras, o las sobras. Son perros tan buenos o mejores que los que se pueden comprar", como enfatizó Rebeca Díaz, del albergue municipal de Gijón, gestionado por "Amigos del perro". Y es que el broche de oro del evento "Can We Run" lo puso una "pasarela de adopción", donde los canes buscaban nuevos dueños.

"La gente no está realmente concienciada de que los perros son seres vivos, no un capricho", analizó Díaz, quien cuenta en el albergue gijonés "más de doscientos perros que tienen ganas de compartir su vida con gente que los quiera". Para la gijonesa, "es importante conocer al perro, saber sus necesidades y si encaja con las nuestras". Por ello, "es mejor adoptar que comprar. Cuando adoptas ya sabes qué tipo de perro es, cuando compras no".

La defensa de la adopción por delante de la compra fue una máxima ayer. Otro ejemplo es Menta, la galgo de Alba Vega, quien "es la primera vez que corro con ella, quiero ver cómo se comporta y, si disfrutamos y lo pasamos bien, poder seguir haciendo deporte juntas". Para Vega, no hay duda: "hay que adoptar sí o sí, no te vas a arrepentir nunca".

Carmen García, de la asociación "Despertar animal" va más allá. "Con la cantidad de perros que están abandonados, buscando una casa, no se puede comprar, debería estar prohibido", sentencia, "los perros en adopción son súper cariñosos, no tienen nada que envidiar a ningún otro". Y hace un último llamamiento: "hay que esterilizar a los perros para evitar superpoblaciones".