Abraham Albarrán se encuentra de vacaciones fuera del país, pero no fueron ni mucho menos tranquilas, con su dimisión como entrenador del Avilés apenas una semana después de ser presentado. Con él, se ha ido la directiva que llegó de su mano y, ahora, ve un futuro negro en el Avilés.

- Estaba ilusionado con su debut en los banquillos en el Avilés, ¿cómo se encuentra?

-Estoy decepcionado. Había confiado en la palabra del máximo accionista, en contra de lo que me decía todo el mundo. Hice creer a la gente que esto iba a ser diferente, yo creía que el Avilés podía ser diferente, y la verdad es que ha sido lo de siempre. Quiero dejar claro que ni yo ni la directiva dejamos tirados a Tejero, es él el que nos tiró del proyecto. Yo creo que yo molestaba porque se dieron cuenta de que no iban a poder hacer de mí una marioneta.

- ¿Qué fue lo que le hizo pensar "hasta aquí llegué"?

-Todo lo que pasó vino en cadena. Por un lado, que Alain Menéndez desaparezca, que luego vuelva y diga que nunca dejó de ser director deportivo. Yo tenía que dar el visto bueno a los fichajes que se trajeran al club y no al revés. Acordamos que yo traería once jugadores y ya tenía nueve. Luego me dicen que sin la inversión no había dinero para fichar, cuando mi directiva tenía los recursos suficientes para hacerse cargo del presupuesto que habíamos puesto. Y, de repente, nos atribuyen cargas, pagos, que no estaban dentro del acuerdo. Pero, sobre todo, fue que nada casa con lo que habíamos hablado.

- Usted ha afirmado que se lo esperaba...

-Mi familia, mis amigos, mi entorno... todos me lo dijeron. Preveía que podía pasar algo, pero no de esta magnitud. Podía haber cosas, podía haber impagos y estos temas porque es la línea a seguir de este club, pero esto ha superado todas las previsiones negativas que teníamos. Quería estar en el Avilés, pero así no se puede.

- ¿No temía los impagos?

-Ahora lo veo aún más claro. No se pueden traer a jugadores que no van a estar al día, por mucho que los jugadores sepan que puede pasar. Les gusta mucho decir que al final aquí se cobra, pero en el fútbol se piden goles al día, en cada partido, no se espera al final de la temporada. Esto es un despropósito detrás de otro.

- ¿Por qué se ha ocultado quién estaba en la directiva que vino con usted?

-Muchos de los que estaban en la directiva no se temían que fuera a pasar algo tan atroz, pero sí que podría torcerse algo y por eso querían mantener el anonimato hasta que todo estuviese atado. No se confundieron. De todas formas, Tejero conocía a personas de la directiva.

- ¿Qué futuro le augura al Avilés?

-Creo que el Avilés se quedó sin futuro cuando se marchó Golplus. Si Golplus hubiese comprado el club, que ofreció lo que le pedían y Tejero no lo aceptó, el club estaría ahora donde debe estar, en la Liga profesional. Se lo dije el primer día a Tejero: "A mí no me engañas, te vas a engañar tú solo porque yo no dependo de esto para vivir, pero vas a jugar con los sentimientos de la gente". No me ha engañado, porque sabía que podría ocurrir, se ha echado un pulso a sí mismo, porque nadie le estaba haciendo fuerza, y creo que lo ha perdido.

- ¿Y su propio futuro?

-No descarto volver a jugar al fútbol. A raíz de lo que ha pasado aquí, me ha llegado que hay gente que no quiere que me retire y puede que vuelva a vestirme de corto. La verdad es que ahora mismo estoy desilusionado, mi sueño es ser entrenador, pero ahora estoy desencantado y creo que volver a jugar es una opción muy válida.