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Portavoz de la Coordinadora Ecologista

La necesidad de no tocar los reproductores

La falta de fundamento de nuestros políticos a la hora de defender el salmón en Asturias

La necesidad de no tocar los reproductores

Hace dos semanas Foro organizó una charla sobre el salmón cuya presentación señalaba que el autor de la charla afirmaba que "los ríos asturianos no están ni contaminados ni embalsados". Semejante declaración, la inexistencia de contaminación y presas en los ríos asturianos, sorprende por el ponente. En su lugar se hace uso del recurrente recurso de ondear el fantasma del cambio climático para no hacer nada por los problemas ambientales.

Varios días después, Carmen Fernández, diputada de Foro en la Junta General, publicó un escrito en este periódico en el que señalaba que al autor de la charla "en ningún momento de su intervención ni del coloquio le escuché decir que debería vedarse la pesca de salmón al menos en algunos ríos para recuperarlo". Llama la atención que buscando en la hemeroteca de La Nueva España sobre el autor de la señalada charla se encuentre una noticia donde se indica: "Javier Lobón, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), manifestó ayer su apoyo a las restricciones a la pesca del salmón aprobadas por el Principado para tratar de recuperar las poblaciones regionales de la especie, entre ellas la pesca sin muerte al inicio de la temporada". Y en otra noticia de La Nueva España aparece otra declaración del mismo autor: "Las medidas que ha tomado la Consejería son apropiadas, porque en una situación como ésta lo primero que hay que hacer es no tocar los reproductores y dejar que se reproduzcan".

Con estas palabras, Javier Lobón-Cerviá, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales, respaldó la semana pasada en Luarca las restricciones impuestas esta temporada por el Principado a la pesca del salmón. La diputada señala en su escrito que aún queda mucho por investigar en los ríos asturianos... pero ya existe investigación científica sobre los salmones y truchas que ayuda a esclarecer varios de sus supuestos "interrogantes abiertos".

La diputada apunta en su escrito a la contaminación y presas (aunque extrañamente limitada a las de las minicentrales) y a la pesca ilegal, y se olvida mencionar la pesca legal con ánimo de lucro mediante la posterior venta ilegal de los ejemplares.

No obstante, en el escrito de la diputada creemos que comete varios errores. Sin fundamento racional llama "plagas de nuevos depredadores" a los autóctonos cormoranes o garzas, los cuales no hacen pesca deportiva, sino se alimentan (nótese la diferencia); por tanto, no tiene cabida referirse a vedas o días de descansos cuando de alimentación de especies silvestres hablamos. Igualmente sin fundamento racional denomina "depredadores tradicionales" a las nutrias, cuando las especies naturales no pueden ser etiquetadas de "tradicionales", pues esto es un calificativo cultural humano, son autóctonas pero también las citadas como "nuevos depredadores", además de que el mal denominado "crecimiento incontrolado" es en realidad la recuperación de una especie que las personas llevaron a casi su extinción.

Igualmente infundado es negar el impacto de la pesca, cuando algo fundamental en el caso de cualquier especie en peligro de extinción como es el salmón en Asturias es eliminar en lo posible las causas humanas de mortalidad, como el propio Javier Lobón-Cerviá señala al decir "en una situación como ésta lo primero que hay que hacer es no tocar los reproductores y dejar que se reproduzcan". En la nota de la diputada, ésta señala a las repoblaciones como solución, citando ejemplos en los que las actuaciones han consistido en un amplio marco de medidas pero con el mayor peso puesto en acciones contra la contaminación y las presas. Precisamente cogiendo el informe de seguimiento del ejemplo citado más cercano, el río Orio, afirma que "las principales causas históricas de este retroceso han sido la sobrepesca, la acumulación de obstáculos que impiden el remonte del río para acceder a zonas clave, la alteración del hábitat y una deficiente calidad del agua. [...] La población de salmones del Orio se compone principalmente de ejemplares de origen salvaje o natural. Para el total de salmones controlados desde el año 1998 la fracción con origen en repoblaciones supone el 14% de la población. En 2016 esta fracción abarca también el 14% del total."

Acerca del Támesis, la noticia de la BBC que se hace eco del proyecto recoge la conclusión de los investigadores de que "la restauración del hábitat fue más efectiva que las reintroducciones".

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