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El día que Denis dejó de llorar y marcó un hat-trick

El exrojiblanco Cheryshev, padre de la estrella de Rusia en el Mundial, recuerda sus inicios en Gijón: "Aprendió a amar el fútbol en Mareo"

Cheryshev, en uno de los antiguos campos de arena de Mareo. I. R.

Dimitry Cheryshev, exjugador del Sporting, recuerda cuando su hijo Denis, estrella de Rusia en el inicio del Mundial, jugaba en su primera temporada en Gijón, en pista, en la Escuela de Fútbol de Mareo, muy cerca del vestuario del primer equipo, donde estaba su padre. Un día, en un partido, cuando iban perdiendo 4-2, Denis le dijo a su padre que se había lesionado y que no quería jugar. Y su padre le picó el orgullo para que aprendiese una lección de vida. Dimitry lo cuenta así: "Le dije que si estaba lesionado que nos íbamos para casa, y que no jugaba más al fútbol. Denis lloraba mucho, pero al escucharme lo de irnos dijo que no le dolía tanto y que quería jugar al fútbol. Después volvió a salir a la pista, marcó tres goles y su equipo remontó: acabó ganando 5-4. Ese momento le sirvió para aprender a trabajar y luchar siempre hasta el final", recuerda el padre del futbolista. De aquello hace más de veinte años. El jueves, aquel niño se hizo hombre en el Mundial. Marcó dos goles en la victoria de su selección, Rusia, a Arabia Saudí (5-0).

"En el Sporting, en Mareo, aprendió a amar el fútbol", señala Dimitry Cheryshev, aún emocionado al atender la llamada de este periódico recordando el partido inaugural de este Mundial. "Denis estaba muy contento y yo también por él. Hablamos tras el partido y casi no nos salían las palabras. Ni él mismo de la emoción se acordaba casi de cómo habían sido los goles", destaca.

Las cuatro temporadas que Cheryshev jugó en el primer equipo del Sporting su hijo estuvo en la cantera, primero en la Escuela, y después ya en el equipo alevín. "Denis cogió los temas importantes del Sporting, el amor del fútbol y la parte técnica, porque en Burgos, a donde nos fuimos después, el trabajo era más físico. En Gijón empezó a entrenar la técnica que tiene ahora. Su primer gol en el Mundial fue de esa manera, de velocidad, encarar y marcar, lo que le gustaba hacer cuando estaba en el Sporting", indica.

Uno de los primeros técnicos que tuvo a su llegada a Gijón Denis Cherishev fue Javi Vega, en la etapa de pista, aunque entrenaban en el extinto campo 5 de arena. "Era veloz, tenía una gran potencia en el golpeo y también era algo revoltoso. Ya se le veían maneras de futbolista", destaca. "Tenía mucho gol. En el momento que encaraba e iba hacia portería daba la sensación de que iba a marcar", apunta.

A nivel futbolístico, Javi Vega, que lleva ya dos décadas en Mareo, y que ha entrenado a futbolistas como Manu García, Álex Menéndez o Cristian Rivera, incide sobre Denis en su pasión por e balón: "Lo único que quería era jugar, coger el balón, y no parar". Y también destaca su fuerte carácter: "Recuerdo lo travieso que era, que le costaba incluso obedecer y que incluso se enfadaba. Cuando le parecía que algo no era justo lo mostraba con su fuerte carácter", dijo.

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