"El mejor del mundo soy yo, Cristiano y Messi son extraterrestres". Neymar asume su papel de heredero del trono. El delantero brasileño no tiene prisa por derrocar a Messi y Cristiano, pero sí que es consciente que Rusia es una oportunidad idónea para desbancarles. Lleva Neymar sin jugar desde el pasado mes de febrero, cuando se lesionó días antes de la vuelta de octavos de final de la Copa de Europa ante el Madrid. Hoy, en su regreso, Brasil se medirá a Suiza (20.00 horas / Telecinco), con el objetivo de la "canarinha" de iniciar con buen pie el camino hacia su sexto título Mundial, el que sería el primero de Neymar.

Con los rumores de su posible del PSG presentes, los coqueteos con el Madrid para cambiar de equipo este verano, y el recuerdo de su año agridulce en París, Neymar tiene la obsesión ahora de hacer un buen Mundial para reafirmarse, conseguir antes que Messi y Cristiano el máximo título del fútbol (el argentino y el portugués pueden estar ante su última oportunidad) y tener así también un aliciente para pelearles el Balón de Oro a ambos.

La incógnita en el debut es saber el estado físico de Neymar. Los médicos son prudentes y señalan que se encuentra al 80 por ciento, y creen que estará al 100 por ciento recuperado de su lesión en el tobillo para octavos de final, siempre que Brasil salga adelante en su grupo junto a Suiza, Costa Rica y Serbia.

Los ojos en el debut de Brasil están puestos en Neymar, pero también en el gran potencial ofensivo de una selección que tiene a Willian, Paulinho, Coutinho o Grabiel Jesús como armas ofensivas, pero también a defensas con proyección atacante como Marcelo y Danilo.

Para Brasil la cita cobra especial importancia, más después de haber caído estrepitosamente en su último partido disputado en un Mundial, que fue además en su propio país, y con una humillante derrota por 1-7 en semifinales ante Alemania.

El primer rival en el camino del equipo de Neymar es Suiza, una selección que llegó con sufrimiento al Mundial tras vencer en la repesca a Irlanda Norte, pero que es una especialista en competir en fases finales y poner en aprietos a selecciones grandes, como por ejemplo España, a la que ganó en 2010 en Sudáfrica y con la que empató 1-1 este mismo mes en un amistoso.