En un gesto sincero, Hierro afirmó en la previa que en tan poco tiempo era imposible dejar su sello. Que algo podría aportar, pero que la base está hecha. El entrenador aporta una buena gestión del vestuario y la capacidad para remar a favor de corriente. El cambio menos brusco. Pero llegaran momentos en los que habrá que cambiar el partido desde el banquillo, especialmente en las eliminatorias. Ahí es donde se verá la mano de Hierro.