Como a los genios nunca se les debe poner en duda, solo se trata de esperar por Iniesta. Los dos primeros partidos del Mundial han ofrecido la versión más mustia del manchego, reducido su papel al de centrocampista "tocón". Lo suyo es brillar en conducción, encontrando soluciones a toda velocidad. España echa de menos su versión más brillante pero de momento se agarra Isco. El malagueño interpreta a la perfección su rol. Acostado en la izquierda, la posición solo es un punto de partida desde el que salir a encontrarse a la gente. Especialmente, a los que hablan su idioma. Como Silva. Como Busquets. Como Iniesta, en cuanto recupere el genio.