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Lino ya sabe que puede

Gómez Feito se proclamó campeón de España de veteranos después de seis años de luchar contra las lesiones

Lino Gómez Feito, a la izquierda, en el Campeonato de España. RFEKYDA

"Me arrepiento de no haber escuchado a mi cuerpo; cuando te das cuenta ya estás machacado". Son palabras de Lino Gómez Feito en mayo de 2015, cuando llevaba tres años luchando con los achaques que le impedían hacer lo que siempre había hecho, kárate, y casi cualquier otro deporte. Gómez Feito (Pola de Somiedo, 22 de febrero de 1962) tuvo más paciencia de lo que nunca imaginó y el pasado fin de semana en Hondarribia se subió a lo más alto del podio en el Campeonato de España.

"Como me vi tan hundido, me tomé el campeonato como un reto personal", asegura Lino Gómez Feito, refiriéndose al calvario que empezó en 2012 por unos dolores de cadera que acabaron en operación y en constantes complicaciones. Se pasó más de un año con muletas y tuvo que matar el gusanillo con la bicicleta. "Subí todos los puertos de Somiedo", recuerda.

Cuando la cadera empezó a responder, Gómez Feito intentó recuperar el tiempo perdido: "Durante dos años volví a entrenar kárate ininterrumpidamente, cinco días a la semana. Al principio tenía que hacerlo todo de pie, después alguna patada, algún salto. Ya intenté ir al Campeonato de España de veteranos el año pasado, pero un mes antes empecé a cojear y lo dejé".

El karateka somedano había aprendido a escuchar a su cuerpo, pero los problemas físicos continuaron: "Hice mucho trabajo físico y se me descompensó la espalda. Ahora tengo dos hernias discales". Sí funcionó la advertencia del cirujano que le operó la cadera: "Me dijo que ni se me ocurriera levantar la rodilla por encima de la cadera".

Así que Gómez Feito tuvo que hacer una preparación "muy específica" para participar en el campeonato de España. "Lo hice, sobre todo, para demostrarme a mi mismo que podía volver. Y también para dar una satisfacción a mi familia. Ni pensaba en la medalla de oro". Pero acabó llegando después de ganar tres combates en Hondarribia, más la final. "Lo más duro fue la semifinal, aunque la gané por 2-0. La final, contra Miguel Ángel Ayala, también fue muy igualada y gané por decisión".

A sus propias limitaciones y la calidad de los rivales, se sumó la particularidad de los campeonatos de veteranos, con categorías que van de diez en diez años. "Por ejemplo, Ayala tiene 52 y yo 56, que a estas edades se nota". Una vez comprobado que podía volver a competir a alto nivel, Lino Gómez Feito bajará su nivel de exigencia: "Echaba de menos participar en una competición como ésta porque estoy en mi cuenta atrás deportiva. Seguiré haciendo kárate en mi día a día, en el gimnasio. Me paso casi todo el tiempo dirigiendo a gente, a mis alumnos".

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