"Quiero lograr el ascenso, primero porque el Langreo se lo merece y para salvar al equipo de mi ciudad". Estas palabras tan rotundas pertenecen a Omar Sampedro, futbolista avilesino, ahora en las filas del conjunto langreano, y ex del Real Avilés. Sampedro se juega subir a Segunda División B. El Langreo está a un gol de remontar al Orihuela. Si lo logra, contando con el ascenso del Vetusta, el Real Avilés se librará de los arrastres y jugará en Tercera División la temporada que viene. Si no, tras una campaña con muchos problemas, el conjunto del Suárez Puerta será equipo de Regional Preferente.

"Por la calle, la gente sí que me anima. Al fin y al cabo Avilés es mi ciudad y el Avilés su equipo. Sería muy bonito poder lograr el ascenso, primero por nosotros, pero también para ayudarles a ellos, que no lo han podido conseguir de forma matemática", señalaba en la previa el delantero. "Tengo amigos en el Avilés, gente a la que conozco y a la que le deseo la mejor de las suertes", apuntaba.

"En Avilés sería bueno que solo se hablara de fútbol. Hay demasiadas cosas alrededor. En mi año ya lo viví", diagnosticaba el atacante, que vistió la elástica blanquiazul entre los años 2013 y 2015. "Sé por lo que leo, que la situación no es buena", destacaba el futbolista que está absolutamente mentalizado para lograr el ascenso a Segunda B. Si bien reconoce, que aunque el resultado de la ida es el mismo que logró el Langreo en la anterior eliminatoria contra el Náxara (2-1), este va a ser un partido radicalmente distinto.

"No tiene nada que ver. Ellos son un rival mucho más fuerte. En su campo, lo pasamos un poco mal, pero cometieron el error de dejarnos con vida y ahora en casa y con nuestras afición, nos toca a nosotros", zanjaba el delantero. Tras la disputa de la eliminatoria, el Avilés conocerá su futuro. Y de paso, podrá empezar a agilizar la planificación de la próxima temporada. El hecho de no conocer en qué categoría militará en la 18-19 frena cualquier gestión que la entidad avilesina pretenda hacer.