La trayectoria de España y Portugal en este Mundial ha ido tan de la mano que no sería extraño que las dos plazas para octavos de final del grupo B tuviese que decidirse por el juego limpio e incluso por sorteo. Tras el empate a tres en la primera jornada, españoles y portugueses pasaron más dificultades de las esperadas frente a Irán y Marruecos, hasta el punto de repetir el resultado: un ajustado 1-0. Si esa circunstancia se volviese a dar hoy, España y Portugal empatarían a puntos en la primera o segunda plaza y habría que resolver la situación con los últimos criterios de la FIFA: juego limpio (número de tarjetas) o sorteo.

Un 1-0 de Irán a Portugal y de Marruecos a España, por ejemplo, podrían a las dos grandes favoritas del grupo ante una perspectiva dramática. Como igualarían en la diferencia de goles (cuatro a favor y cuatro en contra) y en los goles a favor (cuatro) habría que ir a las amonestacones y expulsiones. Un criterio que actualmente favorece a España, ya que sólo tiene una tarjeta (Busquets) por dos de Portugal (Bruno Fernandes y Adrien Silva). Si tras la última jornada hubiese también empate en este apartado, la FIFA realizaría un sorteo para decidir el acompañante de Irán a octavos.

En la víspera, los integrantes de la selección española prefirieron no hacer cálculos y centrarse en Marruecos. "Lo importante es ganar, quedar primeros y no mirar ni más allá ni más atrás", señaló Busquets, que se perfila como titular esta noche pese a la amenaza de sanción que le impediría jugar en octavos. El centrocampista del Barcelona considera normales los apuros para avanzar en el campeonato: "En general, en las últimas fases finales no hemos sido de empezar bien el grupo, pero los grandes torneos sabemos que un equipo que quiere ser campeón va a tener momentos de sufrimiento".