La actual campeona del Mundo se volvió ayer a dar de bruces con historia de su país. Alemania se vuelve humillada de Rusia. Tras perder contra Corea, con dos goles en el descuento, se consumó lo que ya es una desgracia nacional. Nunca en la historia, Alemania había caído en la fase de grupos. Y sólo hay un precedente de tener que replegarse hacia Berlín antes de tiempo: el Mundial de Francia de 1938, cuando cayó en octavos. Después de tres partidos mediocres, con un fútbol tan a la desesperada que se vio a Neuer jugando en campo asiático, la campeona no revalidará su título.

Después de la agónica victoria sobre Suecia, gracias a un golazo de Toni Kroos en el quinto minuto de la prolongación, la vigente campeona del mundo afrontaba una nueva prueba de fuego ante la aguerrida Corea del Sur, que se aferraba a un milagro para poder llegar a octavos. No lo logró, pero dio guerra ante un conjunto que a medida que se estrellaba con el portero Hyun-woo, elegido mejor jugador del partido, cada vez se mostraba más desesperado. Fruto de ello, Corea ajustició a Alemania con dos goles en el kilométrico tiempo de descuento de nueve minutos de la segunda mitad, uno de Kim Young-Gwon, otorgado por el VAR, y otro de Son Heung-min tras un fallo clamoroso de Manuel Neuer en el borde del área asiática, hundieron a la "Mannschaft" y rescataron el honor de Corea, que se va del Mundial por la puerta grande.

El seleccionador germano decidió retocar el once e introdujo cinco cambios con respecto al equipo que derrotó a Suecia, dos por obligación y tres por decisión técnica: entraron Özil, Goretzka, Khedira, Hummels y Süle por Müller, Draxler, Rudy, Boateng y Rüdiger, respectivamente. El que no jugó fue Ter Stegen. El portero es el primer culé en ser eliminado. No disputó ni un minuto.

En la primera mitad llevaron el peso del partido los germanos, con el 75 por ciento de la posesión -por momentos llegaron a picos del 85 por ciento-, pero fueron los "Guerreros de Taeguk" los que gozaron de las mejores ocasiones. Atascada Alemania, Corea del Sur era fiel a su plan: robar, salir con peligro y buscarle las cosquillas a Neuer. Y así lo hicieron, corriendo como si fuera el último partido de su vida. Mejoró la "Mannschaft" tras el descanso, y nada más llegar de los vestuarios, Goretzka, hasta entonces intrascendente, obligó a volar a Choo Hyun-woo, que sacó una mano salvadora a remate de cabeza que mantuvo a los suyos en el partido. La tensión crecía en el campamento alemán, donde llegaban noticias de los primeros goles suecos en Ekaterimburgo. Todo lo que no fuera ganar a Corea suponía irse del Mundial.

Lo intentó a la desesperada Alemania, con el partido roto, pero quien marcó fue Corea, que lo hizo por partida doble en el descuento, primero con Kim, en un tanto que otorgó el VAR al comprobar que había tocado Kroos hacia atrás y no había fuera de juego, y después con Son, en un contragolpe tras una pérdida de Neuer en campo contrario. Así, con un error de su capitán, cerró Alemania su pobre participación en Rusia. La nueva generación alemana llama a la puerta, tras una debacle sin precedentes, que nadie en la selección ni en el país esconden.