El Marino de Luanco comenzó la confección de la plantilla a muy buen ritmo, pero ha llegado a un punto de impasse. "No vamos a apresurarnos a fichar. El play-off ha alargado mucho la temporada y no queremos precipitarnos. No vamos a correr y fichar lo primero que tengamos a mano solo por tener ya el equipo, no tiene sentido", explica el presidente del club azulón, Luis Gallego. Eso no quiere decir que no esté trabajando, mano a mano con Oli, para que todo esté listo, al menos casi, para el inicio de la pretemporada. "Estamos hablando con jugadores y tenemos cosas avanzadas, pero están pendientes de ofertas de superior categoría, así que nos lo tomaremos con calma", se resigna el presidente del Marino.

La fecha para tener el equipo casi apuntalado, al menos lo más completo posible, será en tres semanas. El club anunció ayer que la plantilla iniciará el trabajo el 24 de julio, en Miramar, y como es tradición ese día realizará la foto de familia con las nuevas incorporaciones. Oli quiere empezar fuerte, porque tras esa primera jornada, al día siguiente, los jugadores tendrán doble sesión de entrenamiento, toda una declaración de intenciones.

Tras caer en la primera ronda del play-off, el presidente del Marino se puso manos a la obra y la primera renovación que anunció fue la del propio Oli. Por aquel entonces, Gallego afirmaba que se darían prisa en iniciar la confección de la plantilla. "El próximo año va a ser una Tercera muy competida con los descensos de Segunda B y los jugadores con los que contamos en Asturias son los que son", explicaba. Sin embargo, ahora se lo quiere tomar con más calma. Por el momento, el presidente ha cerrado cuatro fichajes y renovado nueve jugadores, en total, trece efectivos. "La idea es tener una plantilla similar a la del año pasado, con 19 jugadores", sentencia.

Aunque ya cuenta con Cayarga y Luis Morán para las posiciones más ofensivas del equipo, la prioridad ahora mismo es encontrar otro delantero de garantías más. Y es que Luis Gallego aún tiene la espina clavada de haber dejado marchar Jairo Cárcaba, el máximo goleador del equipo, en enero, aunque insiste en que no podía haber obrado de otra manera. "Llegó al Marino con la promesa de que podría marcharse en el caso de que tuviera una oferta de Segunda B y por eso se le dio la carta de libertad", sentencia.

Y es que la filosofía del Marino tiene sus pros y sus contras. El club ficha a los jugadores por una temporada y cada verano hay que comenzar el equipo desde cero, pero el escaparate que tiene el equipo también es una atracción para los jugadores jóvenes que con esta fórmula tienen cierta libertad.