Sergio Ramos derramó lágrimas tras la eliminación de la selección en los penaltis. A sus 32 años, la cita de Rusia sonaba al momento perfecto para optar a su segunda estrella. Pero un mal partido ante el conjunto local lo impidió. Aunque, para Ramos, España no disputó un mal encuentro. "Siempre que te eliminan de un Mundial es muy doloroso. El equipo tenía ganas de reivindicarse como selección. No se puede hacer más, el equipo se ha dejado el alma. Ha puesto orgullo y sentimiento, más no se nos puede exigir", indicó el zaguero. "Nos han llevado a los penaltis que era su única manera de crearnos algo de peligro. Durante la prórroga hemos hecho todo lo posible. Los penaltis son una lotería y nos ha tocado perder. Como capitán estoy orgulloso y los españoles también lo estarán", añadió.

Ramos también explicó la jugada que, a los 114 minutos, pudo definir el partido. "El rival me lleva agarrado y me impide rematar. Ya ha pasado y ya no se puede cambiar nada. El VAR está para ayudar y no creo que lo haya visto y que haya decidido no pitarlo", señaló.