La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El plan del Navia que nunca fue: una escala y un centro de alevinaje

La crisis y la escasa viabilidad de los proyectos truncaron la recuperación del salmón en un río antaño muy productivo

Foto de la presa de Arbón, donde se planteó construir una escala. G.GARCÍA

La pesca del salmón en el río Navia es una práctica casi olvidada. Desde el año 2012 se mantiene una veda total en estas aguas, en la que cada vez se dejan ver menos ejemplares, y desde las administraciones no hay proyectos en marcha para su recuperación. Pero una vez, antes de la llegada de la crisis, sí hubo planes para devolver la vida al río, al menos en su tramo final, y revitalizar de esta manera una práctica que antaño fuera fuente de riqueza para toda la cuenca.

En la pasada década se plantearon la construcción de una escala para salvar la presa de Arbón, y un centro de alevinaje en el que se proyectaban criar 40.000 ejemplares de varias especies al año para repoblar el cauce del río. Sin embargo, los recortes económicos, y la falta de viabilidad que se preveía para estos planes acabó por confinarlos al cajón de los proyectos sin futuro. Y al Navia, a ser un río sin apenas salmones.

"El río Navia fue uno de los principales ríos salmoneros del norte de España; tenía una producción importantísima", recuerda el alcalde naviego, Ignacio García Palacios. La llegada de las presas, en especial la de Arbón en los años sesenta, acabó afectando gravemente a la especie, hasta su práctica desaparición. "El salmón apenas encuentra ahora lugares apropiados para el desove en los quince kilómetros que separan la bocana de la ría y la presa de Arbón", explica García Palacios, que reconoce que el desarrollo del salmónido en este río "se ha vuelto muy difícil".

Para paliar en parte el efecto perjudicial de la presa se plantearon varias opciones, entre ellas, la escala para que los salmónidos superasen la presa. "Se analizó esta posibilidad, pero se descartó porque, una vez en el pantano de Arbón, tampoco había lugares idóneos para ellos", aclara el alcalde naviego. La única opción, el río Polea, tenía demasiada pendiente, a entender de los expertos.

La otra instalación que se barajó para la zona fue un centro de alevinaje, capaz de criar y soltar en el Navia decenas de miles de peces al año. "Era un modelo artificial, pero que había funcionado en países como Canadá. Era una de las reivindicaciones de mediados de los dos mil, pero la inversión era potente y necesitaba un mantenimiento importante", recuerda el regidor.

Compartir el artículo

stats