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Las Mestas del Narcea

El "proyecto Arca", al borde de la extinción

Las Mestas del Narcea reclama financiación urgente para poder seguir repoblando el río

El "proyecto Arca", al borde de la extinción

Nuestra cuenca, es grande y tiene muchos problemas que otras cuencas asturianas no tienen. Al Narcea-Nalón vierte sus aguas casi la mitad de toda la superficie asturiana, para lo bueno y para lo malo. Embalses y polución están a la cabeza de los males de nuestro río, ya que limitan muy mucho las condiciones de habitabilidad de nuestros ríos. Salmones, truchas, reos, lampreas, anguilas y sábalos entre otros, sufren las aberraciones cometidas por el ser humano a lo largo de la historia. Ahora, después de dejar a nuestros peces al borde de la extinción, queremos matar moscas a cañonazos. Se nos pide, más bien, se nos exige que, casi sin apoyo, seamos nosotros los que solucionemos de un día para otro los problemas del río.

Eso sí, no nos damos cuenta que lo único que nos ayuda a conseguir nuestros objetivos es el sucio dinero. No podemos hacer más si la administración y los propios pescadores no deciden apoyar proyectos claros de recuperación como ha sido el "proyecto Arca"; que no nos equivoquemos, sigue pesando como una losa sobre la economía de Las Mestas del Narcea y sigue limitando nuestro tiempo libre, ya que no podemos casi ni separarnos de la cuba. Cada vez estoy más convencido de que, como decían los detractores del proyecto, el "Arca" es un proyecto inviable, al menos como está planteado en este momento. No existe en la actualidad una partida de dinero dirigida a la gestión de las donaciones, ni al mantenimiento de los peces en nuestro centro y no es nada barato. Cada salmón que vamos a buscar, si tuviésemos que calcular el gasto que supone para la sociedad, rondaría los 50 o 75 euros. Por eso podría decir que en las condiciones actuales y si no cambia mucho la cosa, el "Arca" "se nos muere". La presión a la que nos vemos sometidos los que día a día vivimos pegados a la responsabilidad de ir a buscar un salmón al río está minando nuestra resistencia. La preocupación que conlleva tener la responsabilidad de cuidar estos peces ahoga nuestra tranquilidad mental.

Cada día me doy más cuenta que la política de matar todo lo que se pueda y luego pedir reproductores, es la que, a la larga, da menos trabajo. Mucho tiene que cambiar la situación en 2019, para que Las Mestas y sobre todo yo decida solicitar de nuevo que se nos permita llevar a cabo nuestro proyecto. Ya dije muchas veces que me gusta lo que hago y que me encantaría seguir muchos años como presidente de Las Mestas del Narcea, pero no a costa de mi salud mental. El año que viene el "Arca" requerirá una apuesta real de la administración y una apuesta real de nuestros socios para que siga operativo. Si recibimos algún tipo de ayuda pública o privada, lo primero que trataremos es de poner un número determinado de jaulas para la recuperación de los salmones en el propio río y para poder ir a buscarlos con más tranquilidad y sin jugarnos (jugarme) la integridad, pero para eso, amigos míos, hace falta dinero.

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