El industrial gijonés Miguel Álvarez Baños presidente del Balonmano La Calzada falleció esta madrugada a los 63 años tras una larga enfermedad.
Miguel Álvarez rindió su último trabajo al club al firmar un convenio de patrocinio por tres temporadas con Liberbank que aún no ha sido presentado oficialmente. Muy estricto en el aspecto económico hasta el punto de que recientemente decidió renunciar a jugar competición europea para la que su club se había clasificado al no tener asegurado el dinero necesario para afrontarla con seguridad.
Miguel Álvarez, propietario de la confitería La Fe, dirigió al club gijonés desde hace veinte temporadas logrando una mejora paulatina que culminió primero con el ascenso a la máxima categoría del balonmano femenino y la pasada temporada con la consecución de la Copa de la Reina, primer título nacional para el balonmano asturiano.
La última aparición pública del dirigente gijonés fue en la recogida del Premio al Asturiano del Mes que concede LA NUEVA ESPAÑA.
Miguel Alvarez estaba casado con Beatriz Lafuente, hermana del entrenador del equipo, Diego Lafuente y tenía dos hijos: Pelayo y Raquel, portera que durante varias temporadas jugó en el extranjero pero que esta volverá a defender los colores del club gijonés.
La celebración de la palabra de cuerpo presente tendrá lugar a las 13 horas de mañana jueves en el Tanatorio de Cabueñes.
La Federación Española de Balonmano remitió en la mañana de hoy sus condolencias tanto al club como a los familiares del fallecido, una persona muy querida y apreciada en toda la región.