La primera asamblea general presidida por Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol, estuvo marcada por la aprobación del salario del sustituto de Ángel María Villar, que ascenderá a los 160.000 euros anuales más variables. En su breve discurso de apertura, el recientemente elegido nuevo presidente de la Federación, pidió "respeto a las personas de la Federación que están pasando por una situación judicial" en referencia a las acusaciones que pesan sobre Villar dentro del marco de la "operación Soule" por corrupción. Luis Rubiales lamentó, además, llevar "sufriendo falsedades desde hace tiempo" y reconoció que su "camino es el del trabajo y la verdad" al ser preguntado sobre las acusaciones de que utilizó 120.000 euros de la AFE para reformar su vivienda cuando era presidente del sindicato. Rubiales anunció "una Federación más moderna, más fiscalizada y con órganos que controlen cada euro que se gasta" para que todos los miembros se sientan "partícipes y orgullosos". Precisamente en el objetivo de fiscalizar la institución se ha puesto en marcha una inspección fiscal de los años 2013 a 2016 en busca de la "transparencia", según anunció Ana Muñoz, vicepresidenta de asuntos para la integridad de la Federación". La asamblea contó con la presencia del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, que apoyó públicamente a Rubiales: "España fue eliminada por mala suerte en los penaltis, si hubiese ganado los penaltis iba a la final y todo el mundo hubiera dicho: 'Fantástico Luis'. Estuvo muy bien en las decisiones que tomó". También estuvo presente el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin.