María López (Gijón, 16 de febrero de 1990) está ante la gran oportunidad de su carrera como jugadora de hockey sobre hierba. La semifinal ante Irlanda (hoy, 15 horas, Eurosport 2) es el último escollo de la selección española para llegar a la primera final de un mundial en su historia.

"Creímos en nosotras", destaca López para entender la victoria en cuartos ante Alemania por 1-0. La selección no lo tenía fácil ante las germanas, máximas candidatas al título, pero María López y sus compañeras superarson todas las dificultades: "Sabíamos que jugando bien teníamos opciones. Alemania es una de las mejores del mundo, llegaba invicta y con más descanso; pero nos mantuvimos unidas y aprovechamos nuestras oportunidades".

Hacía doce años, desde el campeonato del mundo celebrado en Madrid en 2006, que España no llegaba tan lejos en este campeonato, donde acabaron cuartas. María López está segura de sus opciones de conseguir la primera medalla mundialista en la historia del hockey hierba español femenino: "Ahora que estamos en semifinales, el objetivo es llegar a la final y ganarla".

La selección, dirigida por el inglés Adrien Lock, supo reponerse de las derrotas ante Alemania y Argentina en la fase de grupos y de la clasificación a cuartos en los lanzmientos de faltas directas contra Bélgica. Estos marcadores apretados son los detalles que, según María López , explican la clasificación para semifinales en este campeonato, o la eliminación en los últimos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, dónde las "redsticks" quedaron octavas: "La diferencia con los Juegos Olímpicos ha sido de un partido. Allí nos eliminaron en la misma ronda en la que ganamos a Alemania". Esta progresión ascendente la explica la jugadora del SV Kampong holandés como un proceso que la asturiana y sus compañeras han cocinado a fuego lento: "Cuando llegué a la selección subimos toda una hornada de jugadoras que hemos ido creciendo, ganando experiencia y conociéndonos. Hay buen rollo y por eso estamos donde estamos".

A sus 28 años, López está en el mejor momento de su carrera, aunque no cree que España pueda colgarse el cartel de favorita, ni para estas semifinales ni para los próximos Juegos Olímpicos de Tokio, aunque sí cree que las tendrán más en cuenta.

Para López, estas semifinales son "un premio a todo el esfuerzo, al sacrificio, a las horas de entrenamiento y a todo lo que hemos renunciado". Un partido que, cuando comenzó con solo nueve años en el Grupo Covadonga, no se podía ni imaginar que llegaría a jugar: "Cuando estaba en Gijón, si me hubieran dicho que estaría luchando por meterme en la final de un mundial no me lo hubiera creído".