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Cuando el Sella queda en casa

Arriondas disfruta con el triunfo en el Descenso de Milín Llamedo y su amigo Pedro Vázquez 34 años después del conseguido por otra pareja de Arriondas, su padre, Emilio, y su tío Máximo

Emilio y Milín Llamedo, ayer, bajo el puente de Arriondas, donde se inicia el Descenso. IRMA COLLÍN

A media tarde de ayer seguían las felicitaciones a Milín Llamedo y Pedro Vázquez de sus vecinos de Arriondas, orgullosos de que el triunfo en el Descenso del Sella se quedara en casa. Tuvieron que pasar 34 años para que una pareja parraguesa reinara en el Sella. La de aquel año, 1984, tenía un valor añadido, ya que estaba formada por los hermanos Emilio y Máximo Llamedo, padre y tío de Milín. El Sella y el Descenso no se entenderían sin la saga de los Llamedo, con ramificaciones en el club local, Los Rápidos, y la organización de la prueba. De momento no se aventura relevo porque, según Milín, no moverá un dedo para que su hijo de 3 años, Máximo, se suba a la piragua.

Claro que esa misma filosofía la aplicó Emilio con Milín y el sábado, cuando se reencontró con su hijo tras el triunfo en Ribadesella, se emocionó. "Me dio un abrazo interminable", señala Milín, que pone a su padre como ejemplo a seguir: "Me llevaba a entrenar, pero nunca me dijo nada de lo que tenía que hacer. Para eso estaba el entrenador. Veía a otros críos con padres que, sin tener ni idea de piragüismo, les metían una presión tremenda".

La victoria de Milín y Pedro fue una sorpresa para casi todo el mundo, menos para Emilio padre: "Cuando vi que al entrar en la ría se iban por fuera estaba convencido de que ganaban". Y echa la vista atrás para rememorar lo ocurrido en 1984 con su hermano Máximo: "Nos lo jugamos al sprint con los hermanos Campo, de Lugo, y les ganamos bastante bien". Lo celebraron por todo lo alto: "Primero la comida en los campos de Ova, en Llovio, algo que se ha perdido. Y la noche se alargó porque la empezamos en Arriondas y la acabamos en Ribadesella".

Llamedo y Vázquez limitaron sus festejos a Arriondas, donde después de muchos años vuelve a haber ambiente sellero tras el Descenso. "Es como antiguamente, más familiar y más sano", destaca Milín, que durante la noche tuvo que animar a su compañero y amigo. "Es que no me acababa de creer lo que habíamos hecho", admite Pedro, que a diferencia de los Llamedo no tiene antecedentes familiares en el piragüismo. Empezó a los 10 años por hacer deporte y desde los 15 es un habitual de la selección española, con la que ha ganado mundiales junior y sub-23.

Pedro Vázquez nunca ha olvidado el Sella, pese a que destaca más en la pista y en las distancias cortas: "Desde la primera vez que hice el Descenso, en cadetes, sólo falté un año". Su tope hasta ahora estaba en un décimo puesto, con Borja Iglesias como compañero. Y no tenía mayores aspiraciones cuando, el martes pasado, le propuso a Milín bajar juntos. "Fueron claves los consejos que me dio. Un poco antes de La Boticaria iba muy tocado, pero en los últimos metros recuperé y lo di todo".

Para Milín, que lloró ante las cámaras de televisión al dedicar el triunfo a otro Llamedo ilustre, su abuelo Máximo, fallecido hace cuatro años, lo ocurrido el sábado es inolvidable: "Ganar el Sella, con un amigo como Pedro, y ver a tanta gente emocionada es impresionante". La sorpresa por el triunfo del tándem parragués se explica por una anécdota familiar de Milín: "Mi mujer perdió el tren fluvial y como creía que no teníamos ninguna posibilidad se fue para casa a verlo en la tele. Se alteró tanto con el final apretado que asustó a Máximo".

Después de tantas emociones, los Llamedo vuelven a su rutina, que en el caso de Emilio padre incluye bajar todos los días al río con su piragua. Como pura distracción porque "no me gusta competir. Después de ganar en 1984 bajamos cuatro o cinco años más. Y después, con cuarenta y pico años, hice el Descenso por última vez con el padre de Javi Hernanz". Milín y Vázquez no se atreven a hacer planes de futuro en el Sella, aunque Llamedo puntualiza: "Pedro tiene que centrarse en la pista y yo, desde hace dos años, voy mes a mes. Ahora lo más importante es la familia y el trabajo, pero no descarto nada. Si el año que viene estamos en una situación similar bajaremos. Siempre decía que cuando ganara el Sella me retiraba, pero ahora quiero repetir".

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