El K-4 español está a diez días de viajar a Portugal para competir del 22 al 26 agosto en el Mundial de aguas tranquilas y ya tiene mentalidad de luchar por el oro, un oro que ya consiguió en el último Europeo y la Copa del Mundo. Saúl Craviotto, Cristian Toro, Marcus Cooper y Rodrigo Germade llevan desde mayo remando juntos, preparándose en las instalaciones del centro de tecnificación de Trasona, para poder hacerse con el título. "En este último tramo nos hemos dejado el alma entrenando y estamos con muchas ganas de terminar con buen pie la temporada, que ha sido muy intensa", afirmó esta mañana Craviotto, junto a sus compañeros y el seleccionador Miguel García.

Los cuatro deportistas ven en Alemania a su máximo rival, sin perder de vista al resto de selecciones que puedan dar la sorpresa. En el último Mundial fueron los germanos los que se llevaron el gato al agua y los españoles tuvieron que conformarse con la plata, pero en el Europeo se invirtieron las tornas, mientras que en la Copa Mundial, los alemanes no compitieron. "Queremos intentar ir a por esa medalla, a poder ser de oro, pero tenemos que ir poco a poco, primero hay que pasar eliminatorias y semifinales, y a partir de ahí darlo todo porque podemos hacer algo grande", sentencia el capitán, Craviotto.

"La preparación está yendo muy bien, sabemos que estamos en un momento de forma muy bueno, aunque dentro del ciclo olímpico también tenemos que pensar en el año que viene, que es clave porque es el clasificatorio para los Juegos", explicó el entrenador. Además de formar parte del K-4, Craviotto y Toro, disputarán el K-2 200 metros. "Los horarios del K-2 500 se solapan con el K-4 así que en esta ocasión Cooper y Germade estarán centrados al cien por cien en el K-4", explicó García.