Barcelona y Sevilla se disputan hoy el primer título oficial de la temporada: la Supercopa de España. Un trofeo que llega cargado de novedades, como ser el primer partido oficial del fútbol español con el sistema de videoarbitraje (más conocido como VAR) y polémica, siendo la primera vez que se jugará a partido único y, además, en el extranjero. Azulgranas y sevillistas tendrán que cruzar el estrecho de Gibraltar para citarse en el Estadio Ibn Battuta de Tánger (Marruecos). Esta decisión fue muy criticada por la directiva del Sevilla, que se ha negado, junto con sus diferentes peñas, a organizar viajes para ir a animar a su equipo. De todos modos, se espera un lleno total gracias a los aficionados locales.

A las críticas que suscitó la fecha y la sede se unió ayer el comunicado de la propia Federación Española de Fútbol recordando que la Supercopa es una competición de "carácter no profesional", por lo que permiten inscribir a todos los extracomunitarios que ambos clubes deseen, sin el límite de tres que sí existe en la Liga o en la Copa del Rey. Este recordatorio permite al Barça convocar, si así lo desea su entrenador, Ernesto Valverde, a los cuatro extracomunicatorios que cuenta actualmente en su plantilla: Marlon, Malcom, Arthur y Vidal.

El Barça viaja a Tánger con el objetivo de hacerse con su decimotercera Supercopa, después de una pretemporada marcada por la ausencia de los jugadores mundialistas y que está dejando mejores sensaciones que resultados, pues todavía no ha conseguido ninguna victoria. El dilema de Valverde estará en confiar en aquellos con los que contó en la gira por los Estados Unidos o dar paso ta los internacionales que no disputaron ningún partido amistoso, entrenando en solitario en las instalaciones de Sant Joan Despí. Tres de los fichajes estivales (Lenglet, Arthur y Malcom) apuntan a titulares, mientras en la recámara estarán jugadores del nivel de los Rakitic, Coutinho, Dembelé o Arturo Vidal, que podría ser de la partida tras llegar al conjunto catalán hace solo unos días.

El Sevilla, por otro lado, intentará levantar su segunda Supercopa, tras la ganada en 2007, con un nuevo proyecto liderado por el exentrenador del Girona Pablo Machín y que llega a esta final muy cargado de partidos por sus compromisos europeos debido a las rondas previas de la Liga Europa. De hecho, el pasado jueves los hispalenses tuvieron que enfrentarse al Zalgiris lituano en la segunda ronda (1-0) en el Sánchez Pijuán y teniendo solo dos días de descanso antes del encuentro contra los culés.

El conjunto sevillista presentará varias caras nuevas, como el ex-azulgrana Aleix Vidal o el portero checo Tomas Vaclik, que ha conseguido la titularidad tras las marchas de David Soria al Getafe y Sergio Rico al Fulham inglés. Vaclik fue el mejor de su equipo ante los lituanos.

André Silva, más pólvora para el Sevilla. No se podrá vestir de corto en Tánger el último fichaje sevillista, el delantero portugués del Milán André Silva, que firma por los hispalenses por una temporada como cedido y con una opción de compra por 38 millones de euros.