Su presencia no pasa desapercibida para los visitantes a la Feria de Muestras. Sus 2'16 metros de estatura sobresalen entre la multitud. Robert Swift (California, 1985) apenas lleva seis meses en Gijón, ciudad con la que ya se siente plenamente identificado. Tras su paso por la NBA y dejar atrás sus conflictos extradeportivos, ahora asume su papel de jugador franquicia del Círculo Gijón Baloncesto. Será su estreno en la LEB Plata, donde espera dejar su huella -calza un 56- con el equipo que dirige Nacho Galán.

- ¿Cómo vivió desde Estados Unidos el salto del equipo a la LEB Plata?

-Fue una buena noticia. Tener la oportunidad de jugar en esta Liga será excelente.

- Será el jugador franquicia (líder). ¿Le motiva?

-Me siento muy motivado. He entrenado duro este verano para mejorar mi físico antes de empezar. Estoy acostumbrado a soportar la presión. Asumiré la responsabilidad.

- ¿Se verá una versión mejorada de Robert Swift?

-Ese es el plan, dar lo mejor de mí mismo, solo espero dar la talla porque creo que será una muy buena temporada.

- Estrenan nueva cancha, el Palacio de Deportes de la Guía.

-Solo la he podido probar una vez, pero me vendrá mejor para mis condiciones y para mi rodilla.

- Categorías al margen su intención era jugar en Gijón.

-Aquí me siento muy a gusto, el equipo técnico trabaja muy bien. La ciudad es maravillosa. Espero quedarme al menos dos años más.

- Ha asegurado que Shaquille O'Neal fue el rival más difícil de defender en su carrera. ¿Es más sencillo parar a O'Neal que escanciar sidra?

-Es más sencillo escanciar sidra que intentar frenar a O'Neal, que es una bestia imparable. Intenté escanciar y fue interesante. Fue más difícil de lo que esperaba, pero creo que me acostumbraré muy pronto (risas).

- ¿Fabada y cachopo o hamburguesa?

-Prefiero la fabada. La comida de Asturias es espectacular.

- Llegó hace seis meses a España. ¿Se atreve a pronunciar alguna palabra? ¿Tiene intención de estudiar castellano?

-(Se muestra pensativo y sonríe). Sé decir Xixón. Me han regalado este libro de asturiano-inglés. Para mí es más fácil decir Xixón que Gijón, en inglés no existe la jota y resulta muy difícil. Estoy intentando aprender español. Puede que me apunte a una academia ya que quiero poder hablar bien en los próximos dos meses. De momento, ya empiezo a entender algo de lo que me dice la gente.

- ¿Su idea es llegar a la ACB?

-Ahora mismo es muy pronto para hablar de eso, tenemos que ir poco a poco. La idea es intentar mejorar y estar motivados. Lo demás vendrá con trabajo.

- Si no hubiese sido jugador de baloncesto...

-(Suspira). No sé qué sería de mí, ya llevo demasiados años en esto, unos veinte y catorce como profesional. Es lo que mejor se me da.

- En su hoja de ruta está la de servir como ejemplo a los niños. ¿Entrenarles, contarles su experiencia?

-Me encanta trabajar con los niños y enseñarles cómo pueden mejorar, abrirles los ojos para que se den cuenta de lo que son capaces. Lo hice en California, en Seattle y el año pasado en España. Este año, lo haré con los equipos base del Pumarín, con los pívots. Pero lo que intento es contarles mi experiencia y ayudarles para que tomen las decisiones correctas en la vida y el deporte.

- ¿Es igual Swift en la cancha y en la calle?

-Casi lo mismo. Pero soy muy competitivo por naturaleza, y en la pista siempre soy más agresivo.

- ¿Cuántos tatuajes tiene?

-No sé el número exacto porque los tatuajes se van mezclando entre sí. He pasado 326 horas de sesiones solo en tatuajes. Todos tienen su significado.

- ¿Tiene previsto alguno más?

-El próximo creo que va ser del símbolo de Batman. Me lo haré aquí, en Gijón.

- ¿Qué mensaje le envía a los aficionados?

-El equipo seguirá mejorando. Intentaré, junto a mis compañeros, que esta temporada el baloncesto se vuelva hacer popular en Gijón.