Guernica (Vizcaya),

ÁREA 11

Tal y como sucedió en la jornada inaugural el Sporting B no marcó gol ni recibió ninguno, con lo que suma un nuevo punto, esta vez en un campo tan complicado como Urbieta.

En un partido muy táctico los asturianos fueron de menos a más. Fue un duelo con pocas ocasiones de gol, quizá mejores para el conjunto vasco, pero al fin y al cabo el filial rojiblanco supo arañar un valioso empate antes del derbi de la próxima semana en El Molinón ante el Oviedo B.

El entrenador del filial sportinguista, José Alberto López, optó por tres cambios en la alineación inicial respecto al estreno liguero ante el Leioa en Mareo. El Lateral zurdo Espeso, el interior zurdo Garci y el medio centro Aizpiri entraron de inicio en detrimento de Chiki, Rubén Sánchez y el ex del Guernika Gorka Santamaria.

Como era de esperar el Gernika salió más metido al encuentro con algunas aproximaciones peligrosas aunque sin remate final. Parecían los vizcaínos más atentos a los rechaces pero el Sporting B estaba dispuesto a enfriar la contienda. El partido se animó cerca de la primera media hora. Ahora el Gernika sacaba buenos centros laterales desde el costado izquierdo de su ataque. Les tocaba sufrir ahora a los rojiblancos Milovanov y Garci por aquella zona, donde se buscaba el segundo palo para un Lander que con el pie envió al lateral de la red un primer aviso. Casi sin solución de continuidad en la siguiente llegada el delantero centro Pradera, con la testa, marraba con todo a favor en un nuevo despiste de la zaga rojiblanca. La salida en la segunda mitad mejoró las prestaciones de un conjunto asturiano que parecía encontrar más espacios. Pero en algunas contras le sobraba demasiada conducción para originar últimos pases más certeros. El guardameta Garrancho hizo sin duda la mejor parada de la tarde con una estirada a una mano para despejar un chut desde la frontal de Garci que se colaba en su escuadra.

Los dos entrenadores decidieron hacer cambios en busca de revulsivos y, sobre todo, de conseguir ambos equipos su primer triunfo de la temporada. Sólo gracias al gran esfuerzo físico y al cansancio que provocó, en el tramo final, sobre todo el calor, se vivieron unos últimos minutos ciertamente trepidantes. Pradera puso a prueba la seriedad de Javi Benítez bajo palos y poco antes el recién incorporado Gandiaga dispuso de dos clarísimas ocasiones para marcar, una de ellas con un balón estrellado en el larguero.

Gorka Santamaria también tuvo mucho peligro por el bando visitante en un encuentro en el que ambos hermanos, uno en cada equipo, se tuvieron que conformar con el reparto de puntos.