El entrenamiento del Langreo en Ganzábal tuvo ayer un invitado de lujo: el exoviedista Diego Cervero, delantero que fue despedido del Mirandés el pasado 30 de agosto, solo un día antes del cierre de mercado, y que no pudo encontrar equipo en las horas restantes del periodo de fichajes. El atacante ovetense, que la pasada campaña superó los 20 tantos en la categoría de bronce, se ejercitó a las órdenes de Hernán Pérez sobre el sintético de Ganzábal. El Langreo, con las dieciséis fichas de categoría senior ocupadas, no podría inscribir por el momento al delantero, que sigue a la espera de encontrar un equipo con fichas disponibles. El punta es agente libre, por lo que podría firmar por cualquier equipo sin tener que estar en una ventana de fichajes, el problema para Cervero es que la mayoría de los equipos de Segunda B tienen las fichas ocupadas en estos momentos.

El delantero, de momento, se sigue ejercitando. Tiene muy buena relación con Michu, director deportivo del Langreo, y con el propio Hernán, que la han dado facilidades para entrenar con el equipo langreano. El exoviedista, uno de los mejores del Mirandés la campaña pasada, no ha parado de recibir muestras de cariño en Asturias desde que el Mirandés anunció su despido, algo que Cervero peleará en los tribunales, ya que el delantero, al que le dieron la rescisión sin pagarle lo que le quedaba de contrato (un año), cree "injusto" el despido y demandará al club.

Por otra parte, el jugador del Vetusta Emilio Morilla fichó ayer por el Marino de Luanco, de Tercera División. El central, que lleva en el club azul trece temporadas, jugará en el Marino del exoviedista Oli cedido por una temporada. La presentación del ovetense con su nuevo equipo será el martes a las 12.00 horas en el Miramar.