La semana no está siendo fácil en el seno del Marino de Luanco. La goleada que encajó en el campo del Mosconia (4-0) aún escuece y el equipo está deseando tomarse la revancha a costa del Caudal, su rival este sábado (Miramar, 20.00 horas). "Todos sabemos que no se puede volver a dar la imagen de Grado, tanto el entrenador como los jugadores. Tenemos muchas cosas que corregir, ajustes que hacer. Han llegado en las últimas semanas varios jugadores, como Álex Arias, César, Emilio, hay que ir ajustándolo", señaló ayer el entrenador. "Todo se arregla con trabajo y tenemos que encontrar el camino correcto para ser tan competitivos como el año pasado". añadió.

Por es, Oi se ha marcado un objetivo para salir de lo que considera un mal inicio, porque tampoco quedó satisfecho en la victoria del primer partido. "Esta jornada se demostró que la categoría está muy igualada, solo L'Entregu ha ganado los dos partidos. Aunque hubiésemos ganado hay que espabilar, los jugadores lo saben", sentenció el entrenador. La clave es conseguir acoplar el equipo: "Tenemos que atacar juntos, defender juntos, ser un equipo. Es habitual a estas alturas, pero ya no estamos en verano y las jornadas pasan y no podemos dejarnos puntos".

El entrenador sabe que el margen tampoco es muy grande, ya que este próximo partido puede ser importante a final de temporada. "Tenemos que dar todos nuestra mejor versión, con la de Grado no hacemos nada. Hay que exigirse mucho más. Si lo hacemos tenemos posibilidades, pero si no estos rivales te castigan ante el menor error", explica Oli.

Pese a lo difícil del choque, por una parte se alegra de que llegue el Caudal en estos momentos: "El sábado tenemos un rival que nos va a exigir mucho. Después de la derrota tan dura del fin de semana pasado, yo creo que es mejor jugar ante un equipo así. Lo mejor para esa revancha, que como futbolista uno necesita, es jugar con un rival fuerte, que te exija. Si sacamos los tres puntos será un gran refuerzo".

El técnico insiste en que queda trabajo por delante, pero tampoco está preocupado porque se puede revertir la situación. "Esto cambia cada domingo. Hay que encontrar una continuidad como ocurrió el año pasado", sentencia.

Y, sobre todo, confía en el equipo que ha formado junto al presidente del club, Luis Gallego. "Estoy convencido de que tenemos un buen equipo, que hemos hecho una estructura buena. Aunque me cueste este año un poco más que el pasado hay que conseguir acloparnos", sostiene. De hecho, cree que el equipo está muy bien equilibrado: "Estamos contentos con lo que tenemos. Con la recuperación de Álvaro tendremos casi dos jugadores por puesto y la competencia es alta". Oli va más allá y le intentará sacar el máximo provecho a esa competencia. "Lo que tienen que pensar los jugadores es que tienen unos compañeros que pueden perfectamente conseguir el objetivo, pero hay que trabajarlo cada día y cada partido tienen que aprovechar cada minuto porque la competencia dentro de la plantilla es muy fuerte", explicó el entrenador.

El técnico espera por Álvaro, cuya lesión ha sido más grave, pero también por Juan López, que está en la última fase de recuperación. Duda que alguno de los dos llegue para el partido de este sábado, pero espera poder contar con Juan para el choque del próximo miércoles, de la Copa Federación, en una semana intensa de partidos.