Oviedo B y Calahorra igualaron ayer a un gol en un partido que se puso muy pronto favorable a los riojanos con un tanto precedido de una acción de Obeng, que de cabeza obligó a Lucas Díaz a despejar a saque de esquina. A la salida de este, el propio Obeng tras una peinada de un jugador riojano, de cabeza y completamente solo, puso en ventaja a los suyos a los 42 segundos.

El filial tardó bastante en superar el tempranero tanto. Los de Javi Rozada fueron acercándose según avanzaba el encuentro a los dominios de un seguro Zabal que, sobre todo en el juego aéreo, se mostraba muy seguro. Sin embargo, por bajo realizó una salida en falso y el remate de Ernesto acabó en córner. Replicó el Calahorra con un disparo de Rodrigo que se fue al lateral de la red. Antes del descanso, el Oviedo B dispuso de dos claras oportunidades. La primera en un pase de Borja Sánchez a Steven, que estrelló su remate en el travesaño y casi al filo del descanso una arrancada de Javi Hernández la culminó con un remate al poste. En la segunda parte el marcador se movería muy pronto, ya que un penalti por empujón a Alarcón lo transformó Lolo por el centro de la portería engañando al portero visitante. El partido cambió por completo, entre otras razones porque el conjunto visitante acusó el cansancio del partido de Copa y el Oviedo B dominaba. Pero los azules no encadenaban oportunidades de gol a excepción de un centro de Sandoval al segundo palo que cabeceó Borja Sánchez fuera, desperdiciando una clara oportunidad. La expulsión de Lucas por doble amarilla a casi de un cuarto de hora del final dejó al filial oviedista en inferioridad numérica, pero el equipo juntó sus líneas y no pasó apuros. Incluso en el tiempo añadido en un saque de esquina de Sandoval cabeceó fuera Ugarte. Jugada con la que concluyó un partido que supone que los de Javi Rozada siguen sin saber lo que es ganar en casa.