La prueba clásica de ciclismo Los Puertos Esmeralda volvió ayer a colmar las expectativas de los casi 500 participantes que finalmente se inscribieron para rodar desde Nava por los concejos de la Comarca de la Sidra. La prueba salía ayer a las nueve de la mañana tras un corte de cinta protagonizado por el ciclista guipuzcoano Haimar Zubeldia, retirado en 2017, que fue objeto del homenaje de este año por su sólida carrera como profesional de la bicicleta. También participó en el acto inaugural el alcalde de Nava, Juan Cañal.

El cielo no prometía un día demasiado bueno pero, finalmente, la jornada transcurrió sin problemas climatológicos. Amaneció nublado en Nava y así estaba cuando llegó al final la cuenta atrás de la salida en la plaza del Ayuntamiento. La lluvia, no obstante, no llegó a alcanzar a los ciclistas. Curiosamente, tiempo después de que se asomasen a los concejos costeros, comenzó a lloviznar en Nava. La lluvia no llegó a alcanzar a los ciclistas.

Los había de un abanico muy amplio de edades y de muy distintas procedencias dentro de España. Asturianos, por supuesto, pero también del País Vasco, Galicia, Madrid, Castilla y León, Mallorca, Canarias, Barcelona y Valencia.

Los ciclistas recorrieron un trazado por la comarca que sumó 110 kilómetros, con un buen ambiente y un clima muy cordial. Todos terminaron la prueba muy contentos.

Mario Iglesias, presidente del Club Ciclista Nava 2000, se mostró satisfecho con el resultado de la clásica cicloturista, que transcurrió sin incidentes y de la que "todo el mundo se fue muy satisfecho; se sienten muy bien tratados y por eso tanta gente repite".

La cita ciclista tenía este año una gran novedad, reservada para la tarde del sábado: una cronoescalada desde Piloñeta hasta Les Praeres, como homenaje a la recién coronada etapa de la Vuelta ciclista a España, que por primera vez tenía al puerto situado en la Sierra de Peñamayor como final. La prueba era solo para ciclistas inscritos a la clásica cicloturista, y para la ocasión se apuntaron 37 corredores. La dificultad de la subida hizo que muchos ciclistas se echasen atrás.

A pesar de esta participación tan baja, la organización tiene intención de repetir la prueba en las próximas ocasiones. Se trata de poner en valor el puerto y de ofrecer novedades, retos y alternativas a los ciclistas que estén dispuestos a ello. Si no, siempre tendrán el buen ambiente y el atractivo de la clásica de siempre.