Javi Rodríguez ya puede estar algo más tranquilo. Tras un inicio de pretemporada complicado por las ausencias de algunos de sus jugadores, lo que se vio reflejado en la fuerte derrota (66-103) ante el Palencia, el equipo mostró otra imagen en el Circuito Movistar ACB disputado en la capital del Principado. El entrenador del Liberbank Oviedo Baloncesto disfrutó con las buenas sensaciones que dio su equipo el sábado perdiendo por tan solo cinco puntos (80-85) ante el Obras Sanitarias argentino. Pero lo que más le debe haber gustado al gallego es que en el entrenamiento de ayer al fin pudo contar con todos los jugadores de la plantilla que va a encarar desde el próximo 6 de octubre una nueva temporada en la LEB Oro. Un inicio que se presenta muy complicado: en Pumarín y ante uno de los grandes favoritos para el ascenso, el Bilbao Basket.
Por fin juntos. La ausencia de Matti Nuutinen, el proceso de recuperación en el que está inmerso Fran Cárdenas, las molestias de Ahonen y Víctor Pérez o los últimos trámites para cerrar la cesión de Josep Puerto habían hecho muy complicado al técnico gallego arrancar la pretemporada como a él le hubiese gustado. Javi Rodríguez no había tenido a ningún alero disponible hasta ayer, con el regreso de Nuutinen y el fichaje de Josep Puerto. Ayer los tuvo a ellos y al resto de jugadores de la plantilla que ha de alegrar a la afición del polideportivo de Pumarín. Algunos de ellos, como Víctor Pérez, Ignacio Rosa y Fran Cárdenas, aún ultimando la recuperación de sus lesiones. Pero todos ya en Oviedo.
Un partido que lleva a un prudente optimismo. Las matemáticas no siempre funcionan en el deporte. Pensar que perder el sábado ante el Obras Sanitarias por cinco puntos mientras que los equipos de la ACB que se enfrentaron a este mismo equipo perdieron por más distancia -el UCAM por 88-78 y el Joventut por 78-70- convierte al Liberbank Oviedo en mejor equipo que otros de superior categoría es algo absurdo. Aún así, el buen rendimiento ofrecido ante un equipo de gran nivel y en un gran estado de forma es una buena señal. También lo es el protagonismo que tuvieron y el nivel de juego que alcanzaron jugadores como Oliver Arteaga, Davis Geks, Rolandas Jakstas y Roope Ahonen. Si estos cuatro jugadores se encuentran cómodos juntos, el equipo carbayón estará más cerca de ser competitivo esta temporada.
Ausencias importantes. Otra buena noticia para los carbayones es que las cosas positivas que se vieron en el partido del sábado llegaron sin el que quizás es el fichaje más importante que ha realizado el club este verano: Matti Nuutinen. El finlandés ha hecho cosas muy importantes con su selección y está llamado a ser protagonista en la LEB Oro. Un alero polivalente, que puede jugar también de ala-pívot, muy intenso, gran defensor y capaz también de sumar puntos en ataque. En cuanto a lo que pueda aportar Josep Puerto es todavía una incógnita por su juventud (19 años). Aún así, el rendimiento que mostró el domingo en el partido que jugó con el Valencia Basket frente al Gran Canaria, y todo lo que viene haciendo en las categorías inferiores de la selección española, induce a pensar que puede aportar mucho al cuadro asturiano. Físico, talento y descaro le sobran. El sábado tampoco pudo estar Víctor Pérez. El capitán, con molestias físicas, siempre es importante porque, además de lo que aporta por su talento, le da identidad y jerarquía al equipo. Otro cuya llegada ha de ser clave es Fran Cárdenas. El club confía al 100% en el base onubense, que la pasada temporada sufrió una grave lesión. Su regreso debe darle al equipo otro plus importante.
Prudencia ante una Liga con equipos más potentes. El Liberbank Oviedo tiene mimbres para competir bien y para volver a meterse en la lucha por el ascenso a la ACB. Eso sí, tendrá que hacerlo ante unos rivales mucho más complicados que en temporadas anteriores. Los cuatro equipos que, por plantillas y presupuestos, parecen un paso por delante del resto son Bilbao Basket, Melilla, Palma y Betis. Del cuadro vasco, primer rival de los ovetenses, preocupa su gran juego interior con las incorporaciones de Ben Lammers y Kevin Larsen. Un equipo al que entrena una leyenda que se estrena en los banquillos, Álex Mumbrú, que ha formado una plantilla con experiencia y mucha calidad.
