El central francés Thomas vuelve a vestir ya la camiseta del Real Avilés. El jugador, cuyo fichaje se anunció la semana pasada, comenzó a entrenarse ayer con sus compañeros en La Toba. Después de barajar su futuro, el galo se ha decidido finalmente por el conjunto blanquiazul, en el que militó la pasada campaña. Ganas de tener una temporada mejor que la anterior, no le faltan. "Es un grupo nuevo, con calidad, pero sobre todo ganas. Yo quiero ganar, y creo que mis compañeros también quieren ganar y así tenemos pasos andados", sentenció el jugador ayer.

"Estoy contento por empezar la temporada con este grupo. Vamos a ver como va este año. Espero que bien, para el equipo, para el club y para mí", añadió ayer el jugador, tras la primera sesión de entrenamiento con el equipo. Y es que el jugador no ha parado de entrenar por su cuenta mientras tomaba la decisión sobre su futuro. El técnico, Juanma Castañón, ya destacó la buena forma física en la que llega el central galo. "Ahora toca adaptarle a la dinámica del equipo", señaló el entrenador.

Para Thomas es un alivio estar ya con sus compañeros: "Si estoy bien, hice una preparación de pretemporada buena, pero sin balón, solamente física, así que no puedo estar más contento de pisar el césped y entrenar con compañeros, va a ser una inyección de moral". Se notó sobre el campo de La Toba, que él ya tanto conoce.

Thomas es el séptimo francés que se suma este año a la plantilla blanquiazul. Ya el año pasado contaba con varios compañeros de su tierra, pero esta temporada pueden sentirse casi como en casa. El central, con todo, no le da importancia. "Somos muchos franceses, sí, pero no es algo importante para mí porque el año pasado, los españoles me integraron bien, fueron ellos los que me hicieron sentirme como en casa. Esta experiencia es buena para mí, porque ya puedo ayudar a los compañeros nuevos y hablar con todos", afirma el defensa, que ya se desenvuelve bastante bien en castellano como para disfrutar más aún de su estancia en la ciudad.

Y es que Thomas llegó a España el año pasado con la temporada recién empezada y fue indiscutible hasta que una lesión le dejó fuera de juego. La rotura de dos centímetros de profundidad en el isquiotibial no fue fácil de curar, pero mediada la segunda vuelta volvió a la titularidad para tratar de salvar con sus compañeros al Avilés del descenso. Así, después de lograr la salvación deportiva, le tocó sufrir como al resto siguiendo el devenir del play-off para que no hubiera arrastres desde Segunda B. Este año, espera tener una temporada más tranquila y disfrutar otra vez del fútbol, tanto en lo personal como en lo colectivo.