El mítico exportero del Liverpool Bruce Grobbelaar, héroe en la famosa tanda de penaltis de la final de la Copa de Europa conquistada por los "reds" en 1984 ante la Roma, ha reconocido que se vio "obligado a matar" guerrilleros durante la guerra civil de Rodesia y que recordar esos episodios le provoca "sudores fríos", además de reconocer que el fútbol salvó su "vida" y le ayudó a superar sus traumas.