Carlos Ruesga consiguió que su equipo, el Sporting de Lisboa, se impusiera (22-23) en la Liga de Campeones ante el Chekhovskiye Medvedi ruso con un golazo transformado en un golpe franco con el tiempo cumplido. El gijonés hizo un escorzo espectacular para superar la barrera y colar el balón en el fondo de la portería ante la alegría del resto de sus compañeros.

Lo curioso es que la ovetense Aida Palicio había marcado un tanto casi idéntico en la segunda jornada de Liga, en el encuentro que enfrentaba al Liberbank Gijón con el Porriño en la segunda jornada de División de Honor femenina. En este caso, el tanto tuvo lugar justo antes del descanso, también con el tiempo cumplido.

Dos goles muy similares para dar testimonio de la buena salud del balonmano asturiano. En España y en el extranjero.