Aitor Tornavaca vuelve a verse hoy las caras con el Avilés, el equipo en el que en 2013 colgó las botas. Su pasión le pudo y fichó por el Llanes. Ahora, con 42 años, forma parte de las filas del Condal, el equipo que hoy recibe al Real Avilés en un choque en al que los de Noreña llegan necesitados de puntos y los blanquiazules buscarán su racha de dos victorias. "El año que paré eché mucho de menos jugar. Estaba de entrenador en el juvenil del Avilés, pero no es lo mismo. "Llevo jugando toda la vida, estoy enganchado", explica.

No piensa en la retirada. "No pienso en lo que voy a hacer cuando acabe la temporada". Me encuentro bien, quiero seguir jugando y lo voy a hacer hasta que las circunstancias cambien", sentencia el jugador del Condal. Llegó al equipo de Noreña este verano, después de jugar dos temporadas en el Llanes, una en el Llanera y otra de nuevo en el conjunto llanisco en esta etapa de su carrera.

Pero a sus espaldas hay mucho más: tres temporadas en Primera División con el Recreativo de Huelva (además de jugar dos partidos con el Sporting) y otras once campañas en Segunda con el conjunto onubense y el rojiblanco, el Jaén y el Eibar. A Asturias regresó en la temporada 2012-2013, para jugar en el Real Avilés, procedente del Recre, en el que fue capitán durante ocho años.

El que estuvo en el Avilés fue un año de transición en su carrera, tanto que acabó apartándose del campo. "No fue una temporada fácil, pero guardo buenos recuerdos de los compañeros y de Avilés. Siempre será especial jugar contra ellos", afirma. Aquel año, el Real Avilés volvía a Segunda B y comenzaba la temporada a las órdenes de Chiqui de Paz. El equipo llegó a estar líder, pero en la segunda vuelta entró en barrena, se cambió la dirección del banquillo -entró Juanjo González- y el Avilés acabó salvando los muebles en la recta final de la campaña. "Fue muy complicado, pero al final el equipo salvó la categoría y se pusieron las bases para el año siguiente, en el que jugaron el play-off de ascenso", recuerda el jugador. Con todo, su salida no fue la más agradable: "Hice la pretemporada, pero no se contaba conmigo para el equipo y me ofrecieron ser entrenador del juvenil. A esa edad pensé que lo mejor era dejar el fútbol, pero parece que me equivoqué".

Porque rectificó y regresó al césped, hoy vuelve a enfrentarse al Avilés. "Llevamos dos derrotas consecutivas y necesitamos hacernos fuerte en casa. Lo malo es que estamos encajando bastantes goles y tenemos que revertir ya la situación. Tenemos la responsabilidad de sacar adelante los partidos en casa", advierte Aitor Tornavaca. Y es que el objetivo de los de Noreña es estar en la zona tranquila de tabla "o más arriba" y de no lograr la victoria hoy, pueden meterse en problemas.

Enfrente tendrán a un Avilés que pasa por un buen momento, después de dos victorias consecutivas y lleva a 16 convocados. Una racha que el entrenador, Juanma Castañón, espera alargar: "Sabemos a lo que jugamos y eso se nota en el campo". El Alejandro Ortea no es un campo fácil, por sus reducidas dimensiones, y los entrenamientos han sido pensados así", dijo.