Pocos jugadores hay con tanto olfato en su debut como Pablo Ureta, el nuevo delantero del Stadium. En las tres últimas temporadas ha firmado goles en su primer partido: se los hizo al Bosco, al Avilés B, cuando jugaba en el desaparecido Valsa y el pasado domingo al Navarro, en los que fueron los primeros minutos a las órdenes de Lucho Valera. En total, tres estrenos, tres goles. Ureta, que a parte de ser un pillo en el área, es chaval humilde, razona: "La suerte es tener a mis compañeros que me dan buenos pases".
Pablo Ureta está acostumbrado a que sus temporadas empiecen en otoño. A sus 22 años, se gana la vida como socorrista en hoteles de lujo en Ibiza. Por ello, suele estar lejos de Asturias en los arranques de temporada. Eso no le ha supuesto un impedimento para llegar y ver puerta. El último en llegar a la plantilla del Avilés Stadium ha caído bien en el vestuario y también fuera de él. "El mediático", le llaman. Él explica el mote: "Tuve que dar una entrevista hace un par de semanas y ahora los medios me soléis llamar a mí para hablar, hay otros compañeros que azorran y me pasan el marrón", explica en tono jocoso.
Pero a Ureta no le importa. Siente que en el Stadium ha encontrado una segunda familia. "Al principio llegas un poco tímido, pero me he hecho rápido al vestuario. Soy uno más y salgo a correr con el resto de compañeros. Estoy muy a gusto, confiesa".
Aunque Ureta sea un recién llegado, tiene bien aprendido el discurso de la temporada. "La permanencia tiene que ser el objetivo. Hemos hablado de tratar de conseguir 46 puntos. Cuando los tengamos, ya miraremos a ver después", aseveró el nuevo atacante del conjunto stadiumnista, que no mira la clasificación. Y eso que para cualquier aficionado del club echar un ojo a la tabla es motivo de orgullo: el equipo es líder en solitario con 19 puntos.
Pablo Ureta también está "alucinado" con la afición del equipo stadiumnista. El pasado domingo en el derbi avilesino contra el Navarro se juntaron 600 personas en el Muro de Zaro. Un verdadero hito en los últimos meses en el balompié avilesino. "Lo máximo que he llegado a jugar ha sido en Preferente y no es normal encontrarte esto. Es una verdadera pasada", zanjó el ariete. Como el resto de sus compañeros, se ejercitó ayer en Miranda pensando ya en la visita al Roces en Gijón.
