Nunca había ganado un corredor extranjero en la Subida al Angliru. Ayer, y por partida doble, lo hicieron los marroquies Said Ait Aittadi y Faiza Bachar, que coronaron la montaña del Aramo. Lo hacían con un crono de 1:05:08 y 1:29:18, respectivamente, lejos de los récords de José Luis Capitán (1:00:36) y Remedios Alonso (1:18:21). Fue en un día en el que el viento sopló a favor hasta Viapará y en contra en la parte más dura, con la dificultad que ello supone para los participantes.
Los ganadores , ambos asentados en Calatayud, vencieron con solvencia, imponiendo un ritmo lo suficientemente selectivo para quedarse en cabeza desde los primeros compases de la prueba de 13 kilómetros y que salva un desnivel de 1.300. Calatayud salió a la palestra en primavera por la operación antidopaje que culminó con la detención de Aittadi y otros preparadores y atletas magrebies de la zona. Aittadi, que fuera ganador de la media maratón de Gijón, se impuso en un lugar mítico para el ciclismo, uno de los deportes más afectado por la lacra del dopaje, junto al atletismo, y que tanto evoca al sufrimiento.
El concepto de sufrimiento está íntimamente unido a la víctima del dopaje -que se ve privado de unos reconocimientos que se llevan otros-, al acusado que es inocente o al hecho de coronar el Angliru cuando se trata de salvar unas rampas que alcanzan desniveles en muchas ocasiones superiores al 20 por ciento. Un sufrimiento, pero por impotencia, que experimentaron también un buen puñado de corredores , entre ellos un favorito a la victoria como el leonés Guillermo García, que por una incidencia en forma de corte de tráfico asociado al rally de la Montaña Central no pudieron llegar a recoger su dorsal, privándolos de tomar la salida. Otro leonés, Jorge Rodríguez, recogió el testigo de García y gracias a su pundonor logró ser segundo (1:07:32), mientras que tercero fue Daniel Redondo, del Suanzes San Blas madrileño, cuyos atletas brillan siempre en Riosa.
Los mejores asturianos fueron el incombustible Nayo Villanueva (1:14:31), séptimo en la clasificación absoluta, que siempre destaca en pruebas con duras cuestas; y María Mato (1:34:49), cuarta en categoría femenina.
La prueba supuso el reencuentro con el Angliur del organizador, Alejandro de Ancos, que consiguió reunir a campeones de la carrera. Como es el caso del gallego Luis Calvo, que terminó en una más que digna cuarta plaza; o la gijonesa Carmen Corujo, que además de correr ejerció de emblema de la prueba. Tampoco quiso perderse la carrera, dando ejemplo como demostró con su segundo puesto, la veterana palentina Ana Isabel Alonso (1:31:34), corredora que fuera campeona de España de maratón y que no en vano es madrina de las Dos Leguas de Ledesma, otra carrera que organiza el Ochobre, y que se celebra el sábado en la villa salmantina. El podio femenino lo completó una triatleta del Canoe, Covadonga Parrondo, que firmó un crono de 1:32:07. El número de atletas en meta fue de 183, de los más de 220 inscritos, un buen puñado de elegidos que ya saben lo que es pisar la cima del Angliru.
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