El Mundial de Resistencia hace tiempo que tiene determinado su ganador en esta compleja temporada de 2018-2019: Toyota. El dominio de la marca japonesa sobre el resto es descomunal. Sólo falta por determinar cuál de sus dos monoplazas finalizará al frente de la general, si el número 7 pilotado por el japonés Kamui Kobayahsi, el británico Mike Conway y el argentino "Pechito" López, o el número 8 del asturiano Fernando Alonso, el suizo Sébastien Buemi y el nipón Kazuki Nakajima. Ayer en las 6 Horas de Fuji, cuarta cita de la temporada, la victoria fue para el número 7 por delante de sus compañeros de garaje, invirtiéndose así los resultados de las tres citas anteriores de Spa, Le Mans y Silverstone, aunque en ésta ambos coches fueran descalificados por irregularidades técnicas.

Fernando Alonso quedaba así a las puertas de convertirse en el primer piloto en la historia capaz de ganar en el circuito de Fuji tanto en Fórmula 1 (lo hizo en 2008 con Renault, en la que sería la última victoria de la firma francesa en la categoría reina) como en el Mundial de Resistencia, aunque la segunda plaza de ayer vale al asturiano y sus compañeros Buemi y Nakajima para reforzar su liderato en la general.

Bastaron un par de minutos tras lanzarse la salida para comprobar que los Toyota con sus mil caballos de potencia iban a darse un nuevo atracón de adelantamientos sin preocuparse del retrovisor. Y ello a pesar de que la firma japonesa había dado autorización a la Federación Internacional para que intentara igualar las fuerzas de un campeonato tremendamente interesante en la categoría de Gran Turismo (GT) como descompensado en los prototipos (LMP): 26 kilos de lastre para los coches híbridos japoneses y un mayor flujo de combustible para el resto. Ni con esas. El número 8 conducido por Nakajima aprovechó su pole para irse en solitario y el número 7 con Kobayashi al volante sólo necesitó una vuelta para, desde el medio del pelotón por la sanción sufrida en la clasificatoria, colocarse segundo.

Entonces, bajo una fina lluvia, la superioridad del compañero de Alonso fue sobresaliente; superando en casi dos segundos por vuelta al segundo Toyota. Pero en media hora todo cambió. Un coche de seguridad provocado por un GT al desintegrarse una de sus ruedas anuló la ventaja lograda por Nakajima, al tiempo que, además, cesaba la lluvia. Los cerca de veinte minutos empleados en limpiar la pista provocaran que ésta se secara y la balanza se inclinó entonces a favor del equipo número 8. En Toyota habían reglado el coche del equipo de Alonso confiando en la lluvia inicial y en las previsiones de que seguiría presente a lo largo de la jornada, y se cubrieron dando al número 7 una ligera ventaja por si fallaban las previsiones meteorológicas. Fallaron. La lluvia no regresó y Kobayashi no tardó en hacerse con el liderato.

Si para entonces los Toyota ya no tenían rivales, su ventaja aún sería mayor debido al error garrafal del estadounidense Gustavo Menezes, que antes de cumplirse la primera hora empotraba contra las balas de seguridad su Rebellion, hasta entonces segundo en la general tras ser tercero en Spa y Le Mans y ganador en Silverstone debido a la sanción de los japoneses.

Buemi fue el encargado de dar el primer relevo a Nakajima, pero el Toyota número 8 en ningún momento fue ya capaz de recortar la renta del número 7, situada en torno a los 25 segundos. Que lograrlo iba a ser misión imposible quedó en evidencia al producirse el cambio de Buemi por Fernando Alonso. El suizo lamentó al bajarse del coche el tremendo subviraje que sufría debido a los reglajes y el asturiano lo confirmaba de inmediato por radio. Y como Toyota tampoco quiso correr riesgos, que para eso corría en su circuito y quería darse un homenaje ante su gente, se aseguraba un nuevo doblete ordenando a sus pilotos conducir a velocidad de crucero minimizando los riesgos. Su ventaja era sideral: El tercer clasificado entre los prototipos, el segundo Rebellion, rodaba a cuatro vueltas de la cabeza; el cuarto, el SMP de Jenson Button, finalizó a once vueltas.

Y todos en Toyota satisfechos. Kobayashi, Conway y López porque lograban su primera victoria y recuperaban la segunda plaza de la general; Alonso-Nakajima y Buemi porque subían una vez más al podio y reforzando su liderato, pues llegaron a Fuji con sólo 2 puntos de ventaja sobre el primer Rebellion (65 por 63) y salen del circuito nipón con 13 respecto al segundo Toyota (84 por 71), en tanto Menezes, Beche y Laurent se quedan con los 63 que ya tenían.

Paso del ecuador. Con la de Fuji se han disputado ya cuatro de las ocho pruebas que conforman el complejo calendario del Mundial de Resistencia, con cinco citas a lo largo de 2018 y tres más en 2019, y también con tres puntuaciones distintas. Las cuatro carreras ya disputadas son las 6 Horas de Spa, Silverstone y Fuji, y las 24 de Le Mans; quedando pendientes las 6 Horas de Shanghai (18 de noviembre) y las 1.000 Millas de Sebring (16-17 de marzo), para repetirse por último las pruebas de Spa (4 de mayo) y Le Mans (15-16 de junio).

Respecto a las puntuaciones, hay premio siempre para los diez primeros clasificados en cada categoría, pero no todas las carreras tienen el mismo valor. Así, las pruebas de seis horas reparten los mismos puntos que la Fórmula 1; es decir: 25, 18, 15, 12, 10, 8, 6, 4, 2 y 1; las 1.000 Millas de Sebring tienen un extra del 25% por ciento de puntos (32, 23, 19, 15, 13, 10, 8, 5, 3 y 2) y en Le Mans el bonus es del 50 por ciento: 38, 27, 23, 18, 13, 12, 9, 6, 3 y 2 puntos. Además, se otorga un punto al equipo que consigue la pole en cada carrera.

Los 84 puntos del equipo Alonso-Buemi-Nakajima se reparten así: 25 por su victoria en Spa, 38 por la de Le Mans y 18 por la segunda plaza de Fuji; además de los 3 puntos extra logrados por conseguir la pole en esas mismas carreras.

Regreso a la F1. No habrá descanso tampoco esta semana para Fernando Alonso, que de Japón deberá volar a Estados Unidos para afrontar el próximo fin de semana en el circuito de Austin la decimoctava cita del campeonato de Fórmula 1. En la cuenta atrás del asturiano dentro de la categoría reina, en la que lleva contabilizadas un total de 308 carreras, sólo le restarán tres pruebas más: México, Brasil y Abu Dhabi. Y ya en Austin tendrá el británico Lewis Hamilton la primera ocasión de conseguir su quinta corona. Pero esa ya es otra historia.